ғaĸe вoyғrιendѕ [үσσηмιη]

V

Yoongi no sabe durante cuanto tiempo ha estado dormido cuando escucha el sonido de la madera hundirse y lo vuelve a la conciencia, pero sabe que no lo suficiente. Asume que es Jihoon, sus padres son conscientes que ha estado en casa por (aproximadamente) tres o cuatro horas después de tener que hacer inventario en la tienda, se prepara para tirar la cosa más pesada cercana a él - infortunadamente, es su teléfono - hacia la puerta. Antes de que lo haga, una familiar, pero inusual voz nerviosa, flota a través de la barrera que lo para, "Hola, ¿puedo pasar?"

"¿Qué quieres, Jimin?" Yoongi vuelve a llamar, las palabras le rascan dolorosamente la garganta. No es su objetivo ser tan brusco; su tono es el resultado de la desafortunada mezcla de agotamiento y deshidratación que proporciona un día de trabajo de doce horas y menos de tres horas de sueño. La actitud defensiva tampoco es necesariamente intencional, sino una respuesta condicionada a Jimin y Jihoon. La última vez que lo buscaron fue tres semanas atrás y había sido con el único propósito de preguntar cuántas pollas creía que Jimin realmente podría caber en su boca de una vez.

La respuesta vuelve más fuerte, el temblor original completamente ausente y reemplazado por un atisbo de ofensa: "Esa es una manera mala de saludar a alguien".

Yoongi resopla, refunfuñando una breve diatriba sobre despertar a alguien para molestarlo aparentemente sin motivo. En cambio, se aclara la garganta y explica: "Solo me hablas cuando necesitas algo", e ignora el estallido de dolor que acompaña a la declaración honesta, "¿qué es eso?" Él desearía que Jimin hablara con él solo para hablar con él, a veces. La mayor parte del tiempo.

Apenas oye la solicitud de respuesta para entrar. Si fuera otra persona, Yoongi piensa que él simplemente habría tirado su teléfono a la puerta y habría agregado un "vete a la mierda" si el golpe resultante no fuera suficiente para expresar su opinión. No hay nada más que quiera que volver a dormirse, excepto para no haber despertado en primer lugar.

Pero, es Jimin, y su punto débil por Jimin es más débil que el talón de Aquiles.

Arrastrándose fuera de la cama, Yoongi refunfuña a sí mismo una larga lista de razones por las que apesta, todas ellas involucran su disposición a hacer cualquier cosa que Park Jimin le pida. Patea algunos pares de bóxers sucios y botellas viejas para que su habitación se vea limpia, antes de abrir la puerta.

Inmediatamente, es asaltado por la brillante luz de la tarde que brilla en el pasillo. Sus ojos se cierran automáticamente, pero los fuerza a abrirse justo a tiempo para ver a Jimin enfocándose en su mitad inferior.

"¿Estabas durmiendo?" Jimin pregunta. Yoongi mira su mirada voltear hacia arriba, mirando a otro lado de su cuerpo expuesto. El rubor avergonzado que sigue engaña a Yoongi y lo hace sentir incómodo a partes iguales.

"Lo estaba intentando", murmura.

Saltando hacia las ventanas detrás de él, Jimin dice: "Son las cuatro de la tarde", como si Yoongi no lo supiera.