VII

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Yoongi piensa que está disfrutando el aumento de interacciones entre él y Jimin. Si bien una parte de él ama al joven que lo busca para algo más que para decir quien lleva la razón en cualquiera tonta discusión entre Jimin y Jihoon, estaba arruinando su vida.

"¿Qué mierda?", Gimotea, la luz brillante que llena la habitación cuidadosamente oscurecida justo después de que el sonido de su puerta al abrirse lo despierta. Él arrastra su mayor almohada sobre sus ojos para bloquear la luz.

Por mucho que se preocupe por Jimin, Yoongi no puede vivir con cuatro horas de sueño, "Solo porque somos novios falsos", nunca lo mostraría, pero el uso del término lo marea un poco "¡No significa que tengas pase libre!"

"¿Estabas durmiendo?" Yoongi siente la cama caer cerca de sus pies, los resortes viejos chirrían al sentir el peso adicional. Él patea salvajemente, pero sus pies nunca lo golpean. Hace reír a Jimin y Yoongi trata de recordarse a sí mismo que se supone que está enojado porque Jimin irrumpió en su cuarto y se invitó a sí mismo a la cama de Yoongi a pesar de las reglas previamente explícitas de Yoongi de que Jimin no tocara nada, no que lo encontrara lindo.

"¿Qué demonios parece que estaba haciendo?"

"Son las seis", dice Jimin, como si él no supiera, y el hecho de que tiene que irse a trabajar en cinco horas es la razón exacta por la que intentaba dormir.

Está demasiado cansado para la maniobra, pero Yoongi logra mover su cuerpo lo suficiente como para poder alcanzar a Jimin, pateando bruscamente las piernas del chico más joven en un intento de tirarlo de la cama. Él falla, pero Jimin resopla con enojo y le saca la lengua a Yoongi, así que no es del todo malo. Cada vez que puede irritar a Jimin, lo considerará un éxito.

"Yo trabajo por las noches, imbécil", Yoongi defiende su siesta de la tarde.

Mientras se sienta, dejando que la almohada caiga de nuevo a un lado de la cama, se encuentra con Jimin mirándolo con los ojos muy abiertos. "Oh", parece tan asombrado, "No sabía que tenías un trabajo".

Jimin y Yoongi se encontaron muy pocas veces en los últimos años. Pasaba más a menudo, antes de que Yoongi se graduara, Jimin comenzando su primer año de escuela secundaria justo cuando Yoongi terminaba el último. En ocasiones se cruzaban en los pasillos, y si los tres chicos se marchaban todos al mismo tiempo, Yoongi generalmente los seguía de cerca. Rara vez lo involucraron en la conversación, pero Yoongi se sintió mejor al saber que él estaría allí si algo les sucediera. Cuando Jihoon y Jimin pasaron a su segundo año, Yoongi los veía cada vez menos. Estaría en casa mientras estaban en la escuela y, una vez que comenzó su trabajo, se quedaría dormido cuando llegaban a casa y trabajaba mientras dormían. Ofendido de que Jimin no se diera cuenta de que todas esas conexiones perdidas se debían a que Yoongi tenía obligaciones, como un trabajo, pregunta: "¿Qué pensaste que hago todo el día?".

"No lo sé", Jimin se encoge de hombros, descuidado como siempre, "¿nada?"

"Ridículo", Yoongi niega con la cabeza. Nunca ha sido capaz de descubrir qué hizo para darle a Jimin ideas tan extrañas y falsas sobre él, "¿Qué estás haciendo aquí?"

La emoción original de que Jimin entrara en su habitación regresa con venganza, y Jimin mueve sus dedos felizmente hacia Yoongi. Yoongi no entiende lo que quiere, y le da una silenciosa mirada de desdén en respuesta.

"¿Pensé que deberíamos prácticar!"

Yoongi resopla. Él no puede creer su suerte. Hay tantas cosas que Jimin podría querer decir. Yoongi no está seguro de que esté listo para ninguno de ellas. Suspirando, vuelve a caer en sus almohadas y murmura sobre la práctica que no tiene sentido para su plan. La idea de Jimin de practicar el gusto por los demás es irrisoria y vagamente ofensiva. A pesar de que no tiene derecho, teniendo en cuenta su extraña historia, Yoongi cree que debería ser más fácil para Jimin fingir afecto por él. Demonios, Yoongi desea no tener que fingir en absoluto.

Pero, el lado protector de Yoongi es más fuerte que nunca, y va más allá de las amenazas físicas. Cuando Jimin mira a través de la cama con esa mirada de miedo, Yoongi tiene que hacer que desaparezca.

Le hace más feliz de lo que está dispuesto a admitir de que Jimin se relaja en contra de él; que sus manos entrelazadas son suficientes para calmarlo.

Se sientan así durante media hora. Jimin menciona al final, cuando Jihoon le grita y de repente salta, que ni siquiera se dio cuenta de que aún estaban tomados de la mano, o que se había hundido lo suficiente como para que su cabeza descansara sobre el hombro de Yoongi. Yoongi, incapaz de mirar a Jimin, murmura que probablemente sea lo mejor: se verán precisos si parece natural.

Yoongi desea tener el privilegio de olvidar, pero la sensación de la mano de Jimin en la suya y el latido errático de su corazón lo mantienen despierto hasta que comienza su turno de noche.

ғaĸe вoyғrιendѕ [үσσηмιη]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora