DDAENG (땡) - Yoonseok.

[ 6 ]

—No, no acepto.

—¡YoonGi! Esto es por lo que has estado esperando. ¿Cómo puedes decir que no?

...

—¿Y si esta vez te pierdo?

—¡No lo harás, yo estaré allí para apoyarte...

—Y-yo...

—Si no la quieres tú, yo no tendré ningún problema en hacer la audición.—decía mientras se encogía de hombros.

—¡N-no!—bufo—¡Está bien, apuntame a esa cosa! ¡Sí haré la audición!

Hoseok río, aveces YoonGi podía ser muy competitivo.

★

Sábado, día de las audiciones en el edificio de BigHit Entertaiment. YoonGi estaba rapeando enfrente de los jueces—y uno de ellos era el Bang PD nim—demostrándole todo su talento y potencial en un freestyle, detrás, estaba Hoseok junto al hermano de Min, a sólo unos pocos centímetros junto a él.
  
Después de Min, Jung también haría la audición.

Min sólo estaba cruzando los dedos, rogando por pasar la tan esperada audición que decidiría su futuro y si el haber dejado casa había valido la pena.

★

—¿Pasaste? Dime por favor que si pasaste por q-..

—No. Hoseok yo no...

El fin definitivo de los sueños de Min YoonGi.

—¿Tu pasaste?

Un silencio incómodo invadió el lugar.

—S-sí.

—Supongo que este es el adiós. Serás famoso, no me necesitas.

—¡Tu a mi no, pero yo a ti sí!

YoonGi río y luego suspiro, manteniendo una media luna en sus ojos.

Tomo entre sus manos la de Hoseok.

—Me encanta...

—¿Qué cosa?

—Tú.

Hoseok se abrazó fuertemente al cuerpo del mayor y comenzó a sollozar en su hombro, su voz ahora era un hilo.

—No tiene sentido. ¡No quiero ser un idol si no es a tu lado!

—Escúchame Hoseok, yo realmente... no deseo que renuncies, sólo dos de nosotros podían pasar, el afortunado has sido tú. Prómeteme que no vas a renunciar.

—Pero yo...

—Sólo prómetelo, es lo que quiero para ti.

—Yo... Y-yo...—aferró su mano a la del contrario—lo prometo.

YoonGi le sonrió, se sentía muy feliz por su amigo, de todas formas el siempre supo que no podría.

No tenía talento, no tenía a Hoseok, no tenía nada.

Era un inútil, no tenía ni sueños ni esperanzas.

Siempre fue un vagabundo, tal y como su madre lo decía.

—Si este es nuestro « Adiós para siempre » hay algo que tengo que decirte, y que llevo guardado desde hace mucho.

—Dímelo.

Las mejillas de Hoseok en menos de nada, se coloraron como dos pequeños tomates.

—E-está bien, pero...¡No me mires!

Rendido, con una sonrisa en el rostro, YoonGi se dio la vuelta, evitando el contacto visual con el menor.

—Ahora sí, dímelo.

—Bien—trago saliva en seco—T-tú...

—Dilo.

—¡No me interrumpas!

—¡Sólo dímelo!

—¡Tú me gustas mucho!—cubrió su rostro con ambas manos.

YoonGi comenzó a reírse.

—¿¡Q-qué es tan gracioso!?

—¿Sabes que es lindo?, cuando el chico que te gusta corresponde a tus sentimientos.