Saint Seiya. Guerreras de dos épocas

Capítulo 08: Enemigo inesperado.

En el presente, era de mañana en el Santuario, Koga entraba a la sala de Athena con semblante de preocupación.

-Koga...- habló Saori, pero sabía exactamente a qué iba el muchacho, al lado de ella se encontraba Hanbinger. -¿Qué te trae por aquí?- cuestionó un poco sería e incluso algo nerviosa.

-¿Dónde está Yuna?- dijo en tono serio. -Ayer en la noche sentí su cosmos desaparecer...- él apenas había regresado al Santuario y lo primero que sintió, fue que uno de sus compañeros desapareciera.

-Ella está bien Koga...- la diosa se levanto de su trono, se mostraba serena, pero el santo de Pegaso estaba lejos de tranquilizarse.

-¿Dónde está?- reformuló en un tono más alto, la diosa y el patriarca se miraron mutuamente, ella suspiró y se acercó al joven.

-Fue al pasado...- esa respuesta no se la esperaba y se sorprendió.

-¿El pasado?- parecía incrédulo. -¿Por qué?- atinó a preguntar.

-Hace unos días hemos sentido un cosmos, pero es extraño sentimos que está lejos de nuestro alcance...- explicó el patriarca, Koga se tranquilizó, de hecho esa era la razón por la que había regresado al Santuario.

-También se siente en Jamir, ¿verdad?-  la diosa asintió. -Edén se dirigió para allá...-

-Kiki está vigilando, pero ese cosmos no está en este tiempo...- habló Saori.

-¿A que se refieren?- Koga no entendía bien.

-Cuando el cosmos despertó, localizamos en Jamir un sello, nada a surgido de él... pero ese cosmos está creciendo...-

-¿Que tiene que ver, el que este en el pasado?- Koga no entendía mucho, pero se daba cuenta que otra guerra podría surgir.

-Como te dije... ese cosmos en realidad no está en está época, trata de liberarse en el pasado...- explicó la diosa. -El sello que posee, a diferencia de otros, ese adquiere más fuerza con el paso de los años, fue puesto hace 800 años...-

-¿Y en qué época trata de liberarse?- cuestionó intrigado.

-Hace más 200 años...- dijo la diosa un poco preocupada.

-¿Qué diferencia existe entre hace 800 años a 200?- no entendía, si quisiera podría liberarse de inmediato cuando la sellaron.

-El sello era cuidado por los guerreros de Jamir, durante la guerra del siglo XVIII, sólo quedaron dos guerreros, Shion quien se convirtió en el Patriarca y Yuzuriha, pero ella quedo sin cosmos... el sello en esa época quedó descuidado...- Koga lo había entendido.

-¿Entonces cuando ese cosmos despertó "ahora", se dio cuenta que quedó un hueco que podría aprovechar y se trasladó al pasado?- sonaba a una película de ficción.

-Así es... por eso mande a Yuna, una santo tan fuerte e inteligente como ella podría ayudar...- Koga se cruzó de brazos ofendido.

-No niego que Yuna es fuerte, pero pude haber ido yo...- señaló, el patriarca se acercó a él y le dio un golpe. -¡Duele!- se encogió por el dolor. -¿Por qué hiciste eso?- se quejó.

-A diferencia de ti... Yuna es más prudente, la misión no es sólo evitar que ese cosmos surja, sino evitar a toda costa que la línea de tiempo sea alterada...- regañó Hanbinger.

-¿Cambiar la línea del tiempo?- se intrigó, pero pensándolo a profundidad, sería fatal.

-Por mencionar una cosa que cambiaría... si ese cosmos mata a la guerrera de Jamir, simplemente Kiki no existiría...- Koga se sorprendió. -Algo mucho más grave, si una guerra llega a surgir en el pasado, nuestro presente sería alterado en todos los aspectos...- concluyó el regente.

-Tienes razón...- dijo el santo de Pegaso.

-¿Qué podemos hacer nosotros en lo mientras?- aunque haya entendido la situación, no le gustaba la idea de no hacer nada.

-No lo sé bien... por el momento queda esperar...- esa respuesta no le gusto a Koga.

-¿Pero Yuna peleará sola? ¿Al menos tiene su armadura?- preguntó consternado.

-Si... la envié detrás de ella, posiblemente no cayeron juntas, pero no estaba lejos de Jamir...- ese era un alivio pequeño.

-"Yuna... por favor cuídate..."- pensó con frustración  el santo. -Por cierto... ¿de quién es este cosmos?- ese detalle casi lo olvidaba preguntar, lo que hizo que el rostro de Saori se pusiera más serio y la preocupación creciera.

-Es la diosa Ceres...- contestó con simpleza.