Saint Seiya. Guerreras de dos épocas

Capitulo 01: Después de la guerra.

Era tarde a pocos minutos de que se meta el sol, todo es tranquilidad en una zona llena de montañas es Jamir en el siglo XVIII, cerca de un peñasco vemos a una hermosa mujer de cabellos largos color rubio cenizo amarrado en una cola de caballo. Usa un short corto y vendas que cubren sus pechos, sobre sus hombros posee una bata vieja de color blanco decorada con hilos de colores.

Su mirada se posa en el infinito, observando cómo el sol se mete, hace días una inquietud invade su corazón, pero no sabe con quién hablarlo. Sin embargo sus pensamientos son cortados por una masculina voz.

-Sabía que estabas aquí...- dijo un castaño de mirada gallarda.

-¡Yato!- dijo sorprendida la lemuriana, mientras posaba su mano en su pecho, suspirando. -¿Pasa algo?-

-Es lo mismo que me pregunto, ¿qué te pasa?- su mirada es de preocupación, últimamente ha notado que Yuzuriha ha estado pensativa, pasmada, inclusive triste.

-Nada...- dijo sin mucho convencimiento la mujer, mientras desviaba la mirada.

-Me sorprende que después de 10 años la intrépida Yuzuriha de Jamir no sabe exactamente qué le pasa- dijo con cierta burla, tratando de animarla, consiguiendo una leve sonrisa de la mujer.

-10 años...- pese a su sonrisa su mirada refleja cierta tristeza. -Hace 10 años fue la guerra contra Hades, peleamos con valor por Athena y la tierra, junto a Tenma... perdimos a muchos amigos, pero recibimos una nueva oportunidad...-

-Entonces la pregunta es...- animo Yato.

-¿Valdrá la pena?- suspiro y su compañero se sorprendió. -¿Qué futuro le depara al Santuario, al mundo?-

-Supongo que es una pregunta natural, nunca lo había pensado, pero tienes razón, no sabemos qué pasará en un futuro, pero ¿qué más da?-

-¿A qué te refieres?-

-Athena y Tenma arriesgaron sus vidas por la tierra, eso es lo único que importa, nosotros debemos defender el futuro que ellos protegieron- dijo con firmeza.

-Pero ya no tenemos cosmos- planteó.

-No necesitamos cosmos para proteger lo bueno de este mundo, día a día ayudamos a quienes requieren ayuda, eso es mejorar el futuro- mientras lo decía una sonrisa cálida.

-Tienes razón Yato...- sonrío de manera más reconfortante. -Aún así la duda prevalecerá-

-¡Eres complicada! Vamos ya es noche...- se encaminó a la torre donde viven, donde solía estar el Maestro Hakirei.

-Y tú eres un simple- se levanto y tomó su camino, sin embargo tuvo un pequeño presentimiento, algo oscuro se acercaba, pero no estaba segura, algo inquieta se dirigió a casa.

Si algo malo va a pasar, lo sabría pronto...