Messenger culiao.©

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Maratón 1/3

—Hueona no podi perderte este carrete. — la yuli hizo un puchero. —Además me mande el medio pique pa' venir a verte.

—Ya no le pongai color si viví a una cuadra no más. — blanquie mis ojos.

—¡Ya po!— se tiró encima mío la maraca culia.

—Oye, no quiero. Tengo sueño.— fingi un bostezo. —Además si quisiera ir tampoco creo que me dejen. Tú sabi lo cuatico que es mi papá con los permisos.

—Pero hueon si cuando llegué y me abrió la puerta me preguntó si ibamos a salir. — se rió.

—¿La dura te dijo eso?— la miré entre cerrando mis ojos y ella asintió.

—Ya, arreglate. — la yuli aplaudió emocioná. —¡Tenemos carrete!

—¿Escuche bien?— el Nacho entró por mi ventana. —¿Alguien dijo carrete?

Me reí de los dos hueones y después me fui a cambiar ropa en el baño porque ni ahí con cambiarme ropa delante de ellos po. Bueno, del Nacho puede ser pero más en privado, ah.

(...)

—Hueona te lo juró que no te vay a arrepentir.— la Yuli puso sus dos manos en mi hombro y me obligó a mirarla. —Va a hacer el mejor carrete de tu vida.

—Dios te escuché, culia... Dios te escuché. — fue lo último que dije y después entramos al carrete de la persona que ni siquiera conocía.

—¿Querí una pilsen?— me preguntó el Nacho y asentí.

—Ya chiquillos, yo los dejó. — dijo la yuli poniendo la cara de la luna.

—Oye— la tomé del brazo antes que se fuera. —No te pierdas, porfa. No quiero andarte buscando después.

La Yuli asintió y luego se fue a la pista de baile a pelarce.

Por mi parte acompañe al Nacho a buscar las chelas y después bailamos por arto rato. Me dolían mas que la chucha los pies.

—Voy al baño.— le avisé.

—¿Queri que te acompañe?

—Nacho, voy y vuelvo — me reí— no me voy a perder.

—Pero igual po. No falta el borracho pasao pa'l pico. — se rasco detrás de la nuca.

Tan lindo mi niño...

Subimos las escaleras y toqué dos veces antes de entrar para verificar si había alguien o no.