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CONI

—¿No queri que te vaya a dejar?— me preguntó cerrando el portón de mi casa a sus espaldas.

—No, si vive en la esquina no más.— hice un ademán con mi mano.

El Nacho se despidió de mi dándome un beso en la mejilla y camino en dirección contraria.

Apenas llegué a la casa de la Rocío su perro me empezó a ladrar.

La Rocío me abrió la puerta y cuando entré, la tía estaba en el living viendo tele. La saludé y me preguntó altiro si me iba a quedar a tomar once.

Me encogí de hombros.

—Ya. Vamos pa' mi pieza que tenemos mucho de que hablar.— dijo la Rocio tomando mi mano y llevandome pa' su pieza.

Apenas entramos, la hueona se tiró en su cama y yo me recoste.

—Ya, cuéntame ¿Cómo hay estado?— me empezó a hacer cariñitos en mis piernas.

No me gusta hablar mucho de mi asi que le cambié el tema altiro. Además no tengo la misma confianza que tengo con mi Yuli.

—Igual que siempre, tú sabi que mi vida es una lata.— me encogí de hombros. —Mejor hablemos de tu relación con el ¿Tomás?

Ella asintió.

—Estamos bien, llevamos cuatro meses.— sonrió.

¿No les pasa que dejan de hablar con una persona por arto tiempo y que después no hayan de que chucha hablar porque la confianza ya no es la misma? Bueno, eso me pasa con la Rocío. Una vez que dejamos de ser mejores amigas la amistad se fue a la chucha y nuestra relación ya no era la misma. Me cuesta contarle mis cosas, es como si fuera una extraña para mi.

—¿Tú hablabai con el Felipe, cierto?— me miró. —El primo del Tomás.

—Si...— fruncí el ceño. —¿Por qué?

—¿Sentí hueas por él todavía?

—¿Qué huea?— me reí pero en mala. —¿Por qué tanta pregunta?

Sapa culia, ah.

—¡Ay! si en el liceo todos saben que tenían onda hasta que prefirió a la Daniella.

Chucha

—Que directa.— alce mis cejas y junte mis labios.

—Ya pero no te lo tomi a mal po— hizo un puchero. —Igual es fome ser mamá a los quince y más encima con un weón de veinte... penca po.

¿Qué?

—¿Veinte?— me senté en la cama y me reí. —Na que ver hueon, el Felipe tiene dieciséis.

¿De cuál fuma esta weona?

—No hueon, ¿Quién te dijo eso?— fruncio el ceño. —Tiene veinte.

—Hermana, deja la droga.— puse mi mano en su pierna. —Yo sé que el Felipe tiene dieciséis y va en tercero además esta terminando las últimas pruebas que...

—¡Te mintió hueon!— puso un mechón detrás de su oreja. —El Felipe tiene veinte y ni siquiera estudia.

Tragué saliva.

¿Como se respiraba?

Necesito aire para procesar esta huea.

—Todos en su familia están chatos porque no saben que hacer con él. El Tomás siempre lo aconseja y obviamente me cuenta todo a mi po... Ahora imagínate va a tener un hijo y ni siquiera trabaja.

Conchetumare.

Diganme que es mentira esta huea.

Conté hasta un millón pa' no llorar pero sentía como se me nublaba la vista.

No me di ni cuenta cuando me empecé a levantar lentamente de la cama.

—Yo... me tengo que ir.— sali de su pieza y me despedí de la tía pa' salir lo más rapido posible de ahí.

—Oye... no teni porque irte.— la Rocío hizo un puchero.

Metete el puchero en la raja maraca culia.

—Me mintió.— negué con mi cabeza. —Me mintió con su edad, me dijo que estudiaba, que iba en tercero y quizás con cuantas hueas más me mintió.

Me mordi el labio con fuerza pa' no llorar.

No dije nada más y sali de ahí.

Iba caminando por la calle con mi cabeza agachada mientrás las lágrimas culias caían por mis mejillas.

—Que rápida tu visita— escuché la voz del Nacho a mis espaldas. —¿Como te...— me gire pa' mirarlo a la cara. —...fue?

Me dolían los ojos de tanto llorar conchetumare.

¿En que minuto me volví tan llorona?

—¿Qué te pasó?— se acercó a mi y me tomo la cara con sus manos. —¿Qué huea te dijo esa maraca culia? Nunca me cayó bien la weona tiene pura pinta de...

—Me mintió.— me pase las manos por mis ojos. —El muy saco huea me mintió siempre y yo ni siquiera lo noté.— me pasé una mano por mi cara más frustrada que la chucha. —¿Cómo fui tan ahueona? ¿¡Cómo!? Me arrepiento de haberle aceptado su solicitud culia. Me arrepiento de haberle respondido su "Hola" culiao. ¿Cómo iba a saber que responderle un "Hola" a ese weón me traería tantos problemas? Messenger Culiao, Felipe Culiao.

Messenger culiao.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora