CONI
«Voy a ser papá» se repetía en mi cabeza una y otra vez.
El Felipe sabe lo que siento por él y le da exactamente lo mismo como yo me sienta.
¿A quién le dan ganas de entrar a la caga de Liceo después de una noticia como esa?
¡A nadie po hueon!
—Señorita Cartes, entre por favor.— me pidió la inspectora Silvia.
Le hice caso solo porqué es una de los pocos inspectores que me cae bien. Entré al liceo y me encontré con la Rocío en el pasillo que divide a todos los cursos.
—¿Cómo estay?— me saludo pero tenía un tono raro en su voz.
—Bien...— como el pico. —¿Y tú?
—Bien.— me sonrió. —Oye, ¿Por que no vay a mi casa más tarde? Teni a mi mamá bota weón, y no porque ya no seamos maps vay a dejar de ir pa' la casa po— se rió. —Además tenemos muchas hueas de que hablar.
—Ya.— le sonreí devuelta y comenzamos a subir las escaleras pero algo me llamó la atención.
—¿Estay bien?— me preguntó la Rocio al darse cuenta que me detuve en la mitad de la escalera.
—Si...— puse un mechón detrás de mi oreja. —Anda no más... a mi se me olvidó algo.— mentí.
—Ya, después nos vemos en mi casa.
Me despedí de ella y miré para todos lados para ver si venia alguien o no y como no venía nadie, saqué mi celular del bolsillo de mi polar, tomé dos fotos y se las mandé al Felipe.
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Messenger culiao.©
Short StoryDe pequeños siempre nos enseñaron que no debemos hablar con extraños y sobre todo por redes sociales porque podía ser peligroso. Pero, ¿Como iba a saber la Coni que responderle un "Hola" a un adolescente sería peligroso? Él no era ningún violador ni...
