De pequeños siempre nos enseñaron que no debemos hablar con extraños y sobre todo por redes sociales porque podía ser peligroso. Pero, ¿Como iba a saber la Coni que responderle un "Hola" a un adolescente sería peligroso? Él no era ningún violador ni...
Tenía que ir donde la Rocío como las siete más o menos asi que por mientrás estaba con el Nacho.
Estábamos abrazados encima de mi cama. Mi cabeza estaba en su pecho y podía escuchar perfectamente los latidos de su corazón.
Con una de sus manos me hacía cariñitos en el pelo y con la otra, acariciaba mi espalda.
—¿Qué te pasa?— murmuró. —Has estado todo el día bajoneada...
Me pase una mano por mis ojos y podía sentir como se formaba un nudo culiao en la garganta. Hablar del tema me afectaba más que la cresta.
Suspire.
—No me digai que el Felipe culiao te dijo alguna huea porque te juró que lo busco y le...
—¡No!— me acomode bien en la cama y negué con mi cabeza. —Él no me hizo nada. Bueno... en parte si, pero no.
El Nacho frunció el ceño.
—Explicate que no entiendo nada.
El Nacho se acomodó de la misma forma que yo en la cama y le conté.
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Me aguanté las ganas para no llorar. No se de donde saque las fuerzas necesarias para no hacerlo.
El Nacho no decía nada, solo me miraba con su carita tan tierna que tiene y me abrazó.
—Mi niña...
los mil y un intentos por no llorar se fueron a la mierda en el mismo momento en que el Nacho me abrazó.
—No me gusta verte así...— hizo una mueca y yo me aleje de él para secarme las lagrimas.
—A mi tampoco.—me encogí de hombros. —Pero a veces es imposible evitar que las cosas sucedan... solo pasan.
—Lo único malo es que le pasan a las personas buenas como tú y no a las personas malas como él. — negó con su cabeza y suspiró con frustración. —No entiendo cual fue el gusto de ilusionarte por la mierda ¿Qué queria conseguir con todo esto?
Tenia rabia, lo podía ver a través de sus ojos.
—Oye...— puse mis manos en sus mejillas, obligandolo a mirarme. —Eso ya pasó. Lo importante es que yo me di cuenta a tiempo.
—Si pero seguí sufriendo por culpa del weón y me da rabia. — me interrumpió. —Te aseguro que mientras yo este a tu lado, nadie te va a volver a lastimar.
Sonreí sin mostrar mis dientes, luego afirme mi cabeza en su hombro y el Nacho me dio un corto beso en mi cabeza.
