Había una vez una niña llamada Samantha.
Ella era muy puta, más puta que la escarlet.
También la samantha era tan pobre que que comía barro, después lo vomitaba y se lo echaba en la vagina.
De tanto sexo, tenía la vagina gastada, negra, con espinillas y con el pelo tieso. Era tan puta que se metía las bananas los pepinos las zanahorias, todo lo que era puntiagudo con forma de pene. Ella tenía un frasco con semen de cada hombre que tenía sexo y cada día tomaba un poquito.
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Escarlett
Contoestás historia es demasiado erótica y pos bueno el título lo dice todo
