La segunda sesión de juicio se reanudó a las ocho de la mañana. Los medios locales se amontonaban en la sala intentando cubrir cada aspecto del juicio.
El homicidio de Eleny Withe era todo un suceso en la ciudad de Ashwood. En los últimos cincuenta años no se había perpetrado un crimen que implicase a menores de edad, y que la principal sospechosa –y ahora acusada– tuviese tan solo diecisiete años era la comidilla de la prensa.
Cuando la joven Scarlett llegó en un elegante vestido azul marino y con el cabello recogido los flashes iluminaron la sala. Ella, como siempre, estaba imperturbable, con la frente en alto y la mirada retadora. «Orgullosa y altanera», así la habían descrito algunos periódicos, el día anterior durante la audiencia.
La sesión comenzó en donde se había quedado. El fiscal Reed retomó la palabra y continuó con la lectura del diario.
8 de octubre, 2010
Hoy Eleny vino a verme. Cuando llamaron a la puerta no me imaginé que me la encontraría allí parada. Me saludó con un gran abrazo y entró como si estuviese en su casa. No me molestó en absoluto, después de todo ella solía pasar aquí horas enteras mientras me platicaba de cientos de cosas.
Esta no era la excepción. Comenzó diciendo que Christian había vuelto a buscarla.
Christian es ese chico por el que estuvo perdida en una ocasión. Recuerdo como le dije que no fuera tan ingenua –porque sí, Eleny es muy ingenua– y ella terminó llorando en muchas ocasiones y enviándome largos mensajes de texto hablándome de cómo se sentía.
No fue diferente a como recuerdo, casi fue un dejavú.
Se pasó más o menos una hora y media diciéndome como el chico la confunde por completo. ¿Es que no ve qué solo está jugando con sus sentimientos? Así se lo dije. Que Christian solo la estaba utilizando para su propia satisfacción. Un chico como él se engrandece y ensancha su ego cuando le prestan tanta atención.
No sé si ella me escucharía, solo habló y habló de su confusión. Al final la abracé y le dije que se resolvería, que me tenía a mí para cualquier cosa que necesitase.
«Me haces tanta falta, Scarlett» dijo. «Me hace falta quien me apriete un poquito la rienda cuando me desboco».
Yo solo reí.
Recordé de pronto algo que sucedió por la mañana.
Luke me habló y platicamos un largo rato de cosas sin sentido. Él no dejaba de hacerme sonreír. Estoy siendo algo boba con respecto a este chico. Cuando se fue para su siguiente clase me dio un beso en la mejilla.
Me emocioné tanto que corrí a contarle a Aryssa. Se ha vuelto una gran compañía en los últimos días. Ella se emocionó conmigo. Chillamos como ardillas. Luego nos pusimos a platicar con más profundidad. Ella me contaba de su novio y yo le platicaba de Luke.
Quería también compartir mi emoción con Eleny, después de todo es mi amiga, pero ella dijo que debía irse y que luego habría que quedar y se lo contaría todo. Luego salió de casa.
Espero poder quedar pronto.
20 de octubre, 2010
¡Apenas y puedo escribir de la emoción!
Hoy Luke me dio un beso. No uno simple en la mejilla o en la frente, como acostumbra. ¡Un beso en los labios! Fue corto, sí. Pero viniendo precisamente de él fue todo un sueño. Sabe que me gusta, claro. Quizá soy demasiado obvia, quizá el chico es muy listo o quizá son ambas cosas.
Sea como sea, me ilusiona mucho el que lo haya hecho. Sé que yo también le gusto porque me lo dijo. Y sus modos conmigo son todos encantadores. Me estoy poniendo cursi, pero no importa.
Cuando se lo conté a Aryssa se emocionó mucho por mí. Sabe cuánto me gusta Luke. Me abrazó y dijo que lo llevara con calma, pero que no tuviera miedo de quererlo. Ella sabe de mis reservas en cuanto a las personas. De hecho, Aryssa ha logrado poco a poco ser un miembro de mi círculo cercano.
También llamó Eleny. Necesitaba hablarme de algo importante. Su voz se escuchaba ronca y creo que estaba llorando. Claro que me preocupé. Me contó que sus padres están siendo muy injustos, no la dejan salir debido a sus bajas calificaciones y luego... Christian. El tema central. Me dijo que se estaba sintiendo tan mal y confundida con respecto a él.
«Te lo dije». No pude evitarlo, ni lo intenté. Salió natural de mis labios porque es la verdad. Yo se lo dije.
Seguí escuchándola cuarenta minutos más. Intenté ser buena y darle los mejores consejos que pasaron por mi mente, pero Eleny es muy cabeza dura. No sé si me haga caso en algún momento.
Cuando por fin se calmó comencé a hablarle de lo sucedido con Luke. Lamentablemente Eleny tenía kilos de tarea. Probablemente continúe haciéndola para estas horas. Pero me prometió que hablaríamos en otra ocasión.
Luke Wright no sabía qué pensar con respecto a lo que acababa de escuchar. Sentía un poco de simpatía al saber que Scarlett pensaba todo eso. Incluso le molestaba que sus pensamientos estuvieran siendo expuestos frente a tantas personas.
Miró a la chica a través de la sala. Ni un sonrojo asomaba en sus mejillas. Estaba tan tranquila, incluso parecía solo un poco melancólica. Luke deseó que lo mirara. Todavía la quería, a pesar de que se le estuviera acusando de asesina.
¿Habría sido realmente capaz de matar a otra persona?
Ella era dulce, aunque pocas personas lo creyeran. Siempre se mostraba fría y distante, superior a los demás, pero en realidad, cuando la conocías, era una persona extraordinaria.
A su lado Aryssa respiró profundamente y busco su mano a ciegas. Luke la apretó y le miró. La expresión de la chica era igual de indescifrable, pero sus ojos delataban preocupación. Ambos eran de los pocos cercanos a Scarlett, ellos y su hermana Bridgeth.
Al medio día se declaró un receso. Y los tres chicos salieron a tomar un poco de aire para aclarar sus ideas.
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