DESEO

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Pov: NAMI

Yo sabía que podría habérmelo tomado de mil formas distintas, porque no era la primera vez que quedaba al desnudo ante ti. No hacía falta decir que el contexto estaba lejos de ser el adecuado y eso más que un juego reñía más con lo que se considera la antesala de una violación -sino es considerada ya una de por sí-. ¿Qué ganabas humillándome así? ¿Qué buscabas viniendo cuando acababa de ducharme, soltarme tal bazofia y quitarme la toalla? ¿Eran celos hacia Luffy? Lo único que conseguiste fue cubrirte de gloria.

Solo quería una explicación a lo previamente ocurrido antes de que te fueras.
Obviamente sabía que no hay mayor desprecio, que el de no hacer aprecio, pero no pude evitar ir a verte al nido del cuervo al día siguiente. Igual podría ni haberme despedido, pero...

Llegaríamos a la próxima isla al día siguiente y allí tú te largarías. Por eso no me hacía la idea de que ya nunca más volvería a verte... Todo se había terminado y no entendía si yo había causado algo que no había sabido ver.

Subí las escaleras y al estar mi cabeza a la altura de ese suelo, pude sentir el aura tan hostil que desprendía tu ser, quise retroceder. Pero ya era tarde, me habías visto.

"¿Qué quieres ahora?" preguntaste sin rodeos.

Tu voz siempre fue grave y eso era una de las cosas que más me gustaban de ti. No obstante, no sonó como siempre. Demasiado gélida para dirigirse a un ser vivo.

"Si no te importa, quisiera hablar." comenté.

"¿Hablar? Es lo último que me apetece."

"Zoro, ¿no te haces la idea de que mañana ya no sabremos nada más de ti y viceversa? Tampoco estarás ahí para ver a Luffy convertirse en~..."

"Estarás tú para verlo porque eres su navegante."

"También tuya, de momento".

Fueron palabras que salieron de mis labios sin filtro, me arrepentí al segundo. Pero creo que te conmovieron.
Te levantaste del sofá. Tus descalzos pies caminaban despacio por el suelo de acero mientras acortaban la distancia entre nosotros.

Un musculoso y dotado brazo rodeó mi cintura. Mi respiración entrecortada y mi corazón latiendo muy velozmente no me dejaron pensar con claridad.

Empujándome contra la pared sin mucho cuidado, me proporcionaste uno de esos besos salvajes que más que morbo dan pavor.

Solo hay un día en mi vida en el que creo que no me reconocería jamás, y fue ese, porque me dejé llevar y me compadecí de ti. La conciencia siempre me azuzará. Lo sé porque a día de hoy lo sigue haciendo y no me lo perdono.

Mi cuerpo temblaba por tus besos en mi cuello. Mi cuerpo se deshacía por tus caricias. Mi cuerpo disfrutaba con cada toque tuyo. Y es por eso que me olvidé del dolor, de la frustración y de toda humillación.

AMARGA RELACIÓN (ZoroxNami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora