Un hombre de honor practica lo que enseña, sabiendo que sus acciones hablan más fuerte que su propia voz...
y de esa manera cuida y mantiene y garantiza una buena reputación, sabiendo que esta es como un castillo de naipes, que una leve brisa puede destruir todo lo con esfuerzo a logrando construir.
Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne. Colosenses 2:23
Robin Alexander.
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El Gran Alfarero.
SpiritualHermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: me olvido ciertamente lo que queda atrás, y me extiendo a lo que está delante, prosigo a la meta, Filipenses 3:13-14 Cualquier comentario, observación, oh recomendación favor...