†SerVamp† (Lectora)

Mahiru Shirota

Él buen esposo (¿Au?)

Ya han pasado dos años desde que se ha casado con Mahiru Shirota, y en ese tiempo no ha podido hacer bien todas los labores de la casa, una que otra cosa si, pero cocinar o lavar es un reto para ella, se siente la peor esposa del mundo pues su amable esposo además de trabajar debe de ayudar en la casa, cuanto le gustaría recibirlo con una cena bien hecha para que llegara tan solo a tomar asiento y comer, pero no, lo único que puede hacer bien son emparedados, ensalada y hot-dog's y de eso no sale.

-¡Wow!.-Exclamo una mujer, que usaba un lindo mandil floreado, el sartén estaba en llamas y aunque lo sacudió tan solo empeoró la situación.

-Ya lle-... ¡Oh!.-Un castaño ya entraba en la compañía de un pequeño felino, quien igual que el se sorprendieron ante el humo y fuego que había, se apresuró en ayudar a su esposa para apagar aquello, suspiro de alivio al lograr su cometido. -¿Estas bien no te has quemado?.-Preguntó, sosteniendo las manos temblorosas de su mujer, aun sigue algo asustada por lo que sucedió, creyó que esta vez lo lograría, pero parece ser que se equivocó, de nuevo.

-Yo... Lo siento, te quería dar una sorpresa.-Agacho la cabeza, decepcionada de ella misma, sin importarle su propio bienestar.

-Y vaya que la diste, tu mujer quemara la casa un día de estos, miau.-Dijo aquel pequeño gato negro, quien se subió a la mesa.

-¡Kuro!.-Le grito a su SerVamp.

-N-No lo regañes, tiene razón, lo siento queme toda la comida y por poco incendio la casa de nuevo. -De nuevo se ha disculpado, su voz se escucha sin ánimos, eso no le gusto al Shirota, acerco su mano a la mejilla de su esposa, para así obligarla que lo vea, después le sonrió dulcemente aquella mirada siempre le hipnotiza, llena de amor hacia ella.

—Lo importante es que estas bien, además puedo hacer la comida, algo sencillo. —No entiende como le tocó un esposo tan amoroso y amable, a veces se cuestiona si se lo merece, él siendo tan perfecto y bueno ella, un mini-desastre. —Nunca me ha molestado en hacerla y lo sabes.—

—Pero... Soy tu esposa, debería hacer este tipo de cosas y recibirte para que tu solo descanses como te lo mereces... No se hacer comida ni lavar, no se porque ni te casaste conmigo, soy una horrible esposa.—Declaró, por poco se humilla a si misma, de repente sus manos fueron sujetadas con fuerza, el rostro de su esposo se acerco mucho al de ella.

—Me case contigo para que fueras mi mujer, no mi sirvienta.—Comentó, causando que un enorme rubor cubriera sus mejillas, eso que dijo es tan hermoso, sus ojos se cristalizaron por un momento parece que va a llorar pero de felicidad, mas se abstuvo de hacerlo no quiere arruinar este lindo momento con lágrimas, tan sólo le sonrió para que supiera y ya esta bien.

—¡Mahiru eres un hombre tan romántico, soy una suertuda al tenerte conmigo!. —Se abalanzó contra él, para así abrazarlo con fuerza, Shirota correspondió, bastante Féliz de que ella estuviera bien.

—Si bueno... Mucho amor, pero, ¿para cuando la comida?... Este gatito muere de hambre, Miau.—Mencionó el pequeño gato, arruinado el momento tan dulce entre los esposos, Mahiru hizo una mueca de molestia Mientras ya iba contra el SerVamp para lanzarlo lejos, mas su esposa lo detuvo riéndose, le pareció gracioso aquello que hizo Kuro, vaya que al principio se sorprendió al saber que ese pequeño gato negro era en realidad un vampiro, que es el SerVamp de su esposo.