Miro el mar desde la ventana de mi nueva habitación. Mis vistas desde esta casa no son distintas a las que tenía en Miami, pero aun así, no me siento igual que en mi casa.
Las olas que se forman a lo lejos, se van parando hasta llegar a la orilla, donde descansan suavemente, formando pequeños cercos de espuma que delinean la línea de playa. La arena, tostada ahora por el amanecer, parece suave y cálida. El ambiente, fresco. El aire, húmedo.
Miro hacia el interior de mi nueva habitación. Mi madre ha intentado reproducir la antigua, copiando el mismo color de las paredes y la disposición de los muebles. La única diferencia es mi tabla de surf. En vez de estar apoyada en la pared, mi madre ha decidido anclarla a ella. ¿Para qué? Para que no la coja, obviamente.
Me acerco a donde está mi más preciado tesoro y lo acaricio lentamente. Cierro los ojos y me puedo imaginar de nuevo surfeando en las playas de Miami, o en California, como hice el año pasado. Una leve lágrima sale de mis ojos y me la quito rápidamente.
- ¿Estás bien? - me giro y veo a mi hermano Kyle mirándome desde la puerta. Me encojo de hombros y antes de poder decir nada noto sus brazos alrededor mío - Algún día volverás a surfear. Te lo prometo.
- Mientras que viva con mamá sabes que es imposible - digo pegada a él.
- Pues nos independizamos - sonrío levemente y se separa de mí - Venga, vamos a desayunar. Tendrás hambre.
Asiento y echo un último vistazo a mi nueva habitación antes de bajar con Kyle a la cocina, donde nos esperan mi madre y mi otro hermano.
- Venga chicos, alegrad esas caras - la sonrisa que tiene mi madre no le cabe en su cara - Ciudad nueva. Casa nueva. Vida nueva.
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Jugando entre olas
Teen FictionPara Alexandra "Lexy" Greuw, su vida entera es el surf. Las competiciones, las olas y el mar son aquellas cosas sin las que ella no puede vivir, y su tesoro más preciado es su querida tabla. Pero, tras un accidente surfeando que casi se cobra la vi...