Dos minutos y medio. Dos jodidos minutos y medio que llevo metida en el fondo de la piscina, con una pesa entre mis brazos para no flotar. Miro hacia arriba y veo a Luke con un cronómetro en la mano y a Kyle mirándome fijamente con una sonrisa. Expulso un poco de aire y cierro los ojos. Tengo que aguantar más para que Luke no me de por perdida.
Desde que el imbécil de Warren decidió retarme, lo cual fue hace dos días, Luke y Kyle no han dejado de machacarme. Incluso mamá les ha regañado alguna que otra vez. Lo único, que ella no sabe el por qué me prohíben comer mis patatas fritas favoritas, si cuando entrenaba me dejaban. Pobre mamá. Lo único que espero es no volver a acabar en el hospital.
Imágenes de una ola revolcándome cruzan mi mente y tengo que abrir los ojos. No sé si es mi imaginación, o es verdad, pero me veo chocándome contra una piedra. La misma piedra con la que me di en la cabeza hará un año y que hizo que acabase en donde estoy. Grito con todas mis fuerzas, expulsando todo el aire que tenía retenido, dejando la pesa como puedo y saliendo rápidamente del agua. Kyle me saca de la piscina y me tumba boca arriba en el cálido suelo de la piscina.
- Lexy, Lexy... - Kyle y Luke me miran preocupados mientras yo intento recuperar mi ritmo cardíaco - ¿Estás bien, pequeña? - termina Kyle y yo asiento.
- Sí... Solamente... - cojo aire - Recuérdame que no cierre nunca los ojos.
- ¿Has visto la roca? - dice Luke y yo asiento - Lexy... Tal vez...
- No - le señalo y frunzo el ceño - Ni se te ocurra decirlo, Luke. Estoy preparada. Llevo dos días entrenando como cuando competía, y no he fallado en ninguna de las pruebas...
- Salvo en esta - me recrimina - Y no has fallado en las pruebas en arena, pero todavía no has cogido una tabla de surf y te has subido a ella, Lexy - veo a Kyle asentir - Tal vez haya sido un poco precipitado el retarte con ese chico... Aunque sabes que tengo muchas ganas de verle perder - sonríe de lado - Pero aún tengo más ganas de ver a mi hermana al cien por cien y feliz, no en una camilla de un hospital.
- Lo sé, Luke... - me siento - Pero puedo hacerlo. Puedo hacerlo - repito, aunque no sé si se lo estoy repitiendo a él o a mí misma. Y es que las miles de dudas que acechan mi mente día a día, lo están haciendo en estos mismos momentos - Confía en mí.
- Confiamos en ti - Kyle habla - En quien no confiamos es en el chulo de Warren. Le he visto surfear Lexy... Y no es muy legal que digamos.
- Y no pienso arriesgarme a que me corten en pedazos, o a perderte - Luke se sienta a mi lado
- ¿Podéis confiar en mí de una vez por todas? - chillo incorporándome - ¿Cuánto he estado ahí abajo? - Luke cierra los ojos y Kyle niega con la cabeza - ¡¿Cuánto?!
- Tres quince - responde mi hermano - Antes llegabas a cuatro y medio.
- Tres quince no está mal - digo y Luke enarca una ceja - Para no haber hecho nada en un año - Luke niega con la cabeza - Voy a por mi tabla.
- ¡¿QUÉ?! - Luke y Kyle gritan y se levantan rápidamente - Definitivamente, tú quieres que mamá nos linche a palos, nos mate, descuartice y tire al mar... - Kyle se tira de los pelos y no puedo evitar reír.
- No vas a coger tu tabla - Luke me mira y frunzo el ceño - Está anclada a la pared. Como se te ocurra quitar un solo agarre de esos, mamá se enterará...
- ¿Alguna otra idea? - Kyle nos mira alternativamente y ambos sonreímos ampliamente.
Miro el mar, pasando levemente la cera por encima de la tabla de Luke. Mamá no le ha prohibido surfear a él, por tanto, sus tablas no están ancladas a ningún lado. Miro la tabla y recuerdo la primera vez que Luke me la dejó.
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Jugando entre olas
JugendliteraturPara Alexandra "Lexy" Greuw, su vida entera es el surf. Las competiciones, las olas y el mar son aquellas cosas sin las que ella no puede vivir, y su tesoro más preciado es su querida tabla. Pero, tras un accidente surfeando que casi se cobra la vi...