(Caspian y su hermana: Ben Barnes y Mackenzie Foy)
Han pasado 1300 años desde la última vez que los hermanos Pevensie estuvieron en Narnia, 1300 años en los que Narnia ha cambiado mucho, iniciando por que los reyes y reinas, ya no son los únicos humanos en aquella mágica tierra.
Humanos Telmarinos invadieron Narnia hacía años, y destruyeron a casi todos los verdaderos Narnianos, y ahora tienen tierras, castillos y reinos esparcidos por toda Narnia, y justo ahora, en esta noche estrellada, una de las mujeres de uno de esos reinos... estaba dando a luz a su heredero.
Mirando por una ventana del castillo, estaba un hombre parado admirando el cielo, esperando la noticia que tanto ansiaba, cuando otro hombre llego a dársela.
– Lord Miraz, es un varón – dijo el hombre que entro.
– Los cielos nos han bendecido – dijo Miraz, el hombre que miraba por la ventana – conoces las órdenes general Glozell.
– Si mi señor – dijo aquel hombre retirándose.
Mientras tanto, dos personas encapuchadas, iban caminando sigilosamente por los pasillos del castillo.
Ambas se escondieron rápidamente tras de un muro al ver que venían dos guardias, y luego de esquivarlos, siguieron su recorrido hasta llegar a una habitación.
Una de las figuras ya en la habitación, quito las cortinas que tapaban la cama, mostrando a un muchacho plácidamente dormido en esta.
La persona acerca su mano a el hasta taparle la boca, el muchacho despierta de inmediato sobre saltado, pero se relaja al ver que era su hermana menor.
– ¿Que quieres Gal? - dijo el joven tratando de volver a dormir.
– Caspian debes despertar ahora – dijo su hermana. Una muchacha de tez blanca, ojos marrones profundos como los de su hermano, cabello de un rojo tan fuerte que se confundía con el castaño, igual que el de la Reina Lucy, solo que el de Lucy es liso, y el de ella es un poco mas ondulado, y labios finos de un tono rosado claro.
– 5 minutos mas – dijo el muchacho respondiendo a lo que había dicho su hermana.
– Ni un minuto mas mi príncipe – dijo la otra figura encapuchada, la cual era un anciano.
Al escucharlo, el muchacho despertó enseguida, y el anciano, llevó a ambos príncipes a un pasadizo secreto dentro de la habitación.
El príncipe fue el último en entrar, entrecerró la puerta, y vio como el general Glozell junto a otros guardias, dispararon con ballestas hacia su cama, al ver esto, el muchacho junto a su hermana y su profesor bajaron por el pasadizo.
Mientras que el general Glozell quito las cortinas que cubrían su cama, y vio que el muchacho no estaba ahí.
Mas abajo en una armería, se encontraban el anciano, el cual es el mentor y profesor de ambos príncipes, ayudándolos a escapar.
– Cúbrase princesa – dijo el profesor entregándole a la muchacha un abrigo del mismo color azul marino que el de las demás armaduras, luego de ver como ella se cubría del frío de la noche solo con sus manos. Aunque mas que todo era para cubrir su camisón blanco.
– ¿Alguno quiere decirme que esta pasando? - pregunto el príncipe poniéndose su otro zapato.
– Yo también quiero saber – pidió la princesa.
– Su tía acaba de dar a luz esta noche, y le dio a su tío... un varón – explico el profesor. Justo en eso se escucharon voces de guardias bajando por las escaleras.
– Vamos, deben salir de aquí ahora – dijo el profesor, y llevo a ambos príncipes a los establos, en los cuales le dio al príncipe una capa y una espada, después de subirlos a ambos a un fiel corcel. La princesa adelante y el príncipe atrás.
– Deben ir al bosque – dijo el anciano.
– ¿Al bosque? - pregunto la princesa.
– No los seguirán hasta allá – explico el anciano, y luego de eso, saco un cuerno de su bolsa, el mismo cuerno mágico de la Reina Susan.
– He tardado muchos años en conseguir esto. No lo utilicen salvo en caso de emergencia. Usted llévelo princesa – dijo el profesor entregándole el cuerno a la chica.
– ¿Volveremos a verte? - pregunto el príncipe hablando también por su hermana, con temor de no volver a ver a su profesor.
– Eso espero mis príncipes – respondió el anciano – me gustaría poder decirles tantas cosas, todo lo que conocen, esta a punto de cambiar.
– ¡Bajen el puente! – se escucho gritar a un soldado.
– ¡Vallanse! - finalizó el profesor e hizo que el caballo del joven empezara a galopar.
Los jóvenes príncipes se dirigían hacia el bosque como su mentor había dicho, pero en eso, fuegos artificiales sonaron y estallaron en el cielo, haciendo que el príncipe, que aunque estaba sentado detrás de su hermana, era quien llevaba las riendas del caballo, le diera vuelta a este para ver y escuchar unos gritos que decían:
– ¡UN HIJO!, ¡UN HIJO!, ¡LADY PRUNAPRISMA LE HA DADO UN HIJO A LORD MIRAZ!.
Y en eso, del puente del castillo salieron disparados varios guardias que se dirigían hacia ambos jóvenes, el príncipe sin pensarlo dos veces, hecho a andar al caballo directo al corazón del bosque.
Luego de pasar por un lago, el caballo junto con los príncipes se adentro en el bosque, varios guardias no quisieron seguir hacia allá, y los príncipes siguieron de largo.
– ¡No sean cobardes!, ¡no hay nada en ese bosque! - grito uno de los generales, pero sus hombres no quisieron seguir, así que él junto con otros hombres siguieron de largo hacia el bosque.
Mientras que los dos jóvenes seguían cabalgando sin rumbo, adentrándose mas al corazón del frondoso paraje.
En una oportunidad, el príncipe giro su torso hacia atrás para mirar que tan cerca estaban los guardias, sin darse cuenta de que en frente había una rama, su hermana si se dio cuenta y se agacho rápido, pero el príncipe se giro al frente al mismo tiempo que se golpeo la cabeza contra la rama y callo del caballo, sin embargo el animal siguió de largo arrastrándolo.
– ¡Caspian! - grito su hermana al darse cuenta de que su hermano mayor guindaba de la montura por un pie.
– ¡Detenlo!, ¡detén al caballo! - grito el príncipe, y la princesa obedeció tirando de las riendas.
En eso, se escucho un sonido igual al de una puerta cuando se abre, ambos jóvenes giraron hacia donde venia el ruido, y vieron salir a dos enanos de un árbol que parecía ser su casa, justo cuando se escucharon los gritos de los guardias Telmarinos.
– ¡Encargate de ellos, yo de los guardias! - dijo el enano rubio.
El príncipe vio su espada e intento tomarla, pero el enano moreno se acercaba rápido hacia el con un palo en sus manos, así que la princesa sin pensarlo mas, tomo el cuerno mágico y lo sonó, justo cuando el enano moreno le dio en la cabeza a su hermano con el palo que traía, dejándolo inconsciente.
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NARNIA: La Hermana Del Príncipe Caspian
FanfictionTodos quieren volver a Narnia. Peter sigue al pendiente de sus hermanos, pero se mete en toda pelea que se le atraviese. Susan ya no quiere ser tanto la niña lista, y ahora se interesa mas por los chicos. Edmund ahora es un jovencito de 14 años, y u...