Capítulo 6

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★ Apróximadamente 2 semanas después (hoy exactamente, es el día del prólogo jsjsj) ★

Las cosas entre los perdedores seguían igual, Eddie se había curado y había regresado a la escuela, continuaban reuniéndose en las tardes y haciendo lo que más les gustaba. Ahora se preguntarán... ¿Y qué demonios pasó con la carta?. Bien, pues Eddie nunca pensó que Richie tendría la carta y al no sentir la necesidad de escribir en los últimos días no notó que ya no estaba donde la dejó. Richie por otro lado, se distrajo camino a casa viendo como un par de perros callejeros peleaban y se olvidó por completo de la carta. Es Richie, ¿qué podrían esperar?.

En fin, el día de hoy los chicos estuvieron juntos en los Barrens jugando, platicando, bromeando sobre cualquier cosa que se les ocurriera y no se fueron hasta que notaron que comenzaría a oscurecer. Cada quien iba tomando su camino a excepción de Richie, quien decidió acompañar a Eddie a su casa. Cuando éste último estaba a punto de irse escuchó como Richie le llamaba.

-¡Eddie Spaquetti, espera!.- gritó el pelinegro antes de que Eddie comenzara a caminar más lejos.

-¿Qué pasa Rich?, se hará tarde, ya debo irme- volteó el menor hacia atrás para mirarlo a la cara pero ya se encontraba a su lado.

-Hoy te acompañaré a casa, pequeñín- dijo sonriendo mientras recargaba su brazo al rededor del cuello del castaño.

-Está bien, vamos.- Habló medio desganado quitando el brazo de Richie de su hombro y comenzaron a caminar.

Durante el trayecto, Richie igual que siempre estuvo haciendo bromas y diciendo cualquier cosa que le viniera a la mente haciendo reír a su pequeño Edds. Como siempre que estaban juntos, el tiempo se les pasaba rápido y cuando menos lo notaron se encontraban ya afuera de la casa del menor.

-Nos vemos luego, Richie.- Sonrío e hizo un movimiento con la mano en señal de despedida. -Gracias por acompañarme.

-Nos vemos luego, Eds.- Revolvió el cabello del menor haciendo que sus mejillas comenzaran a teñirse de un leve color rojo, luego lo miró de una forma tierna y sonrió. Eddie se sentía notablemente nervioso y no quería que el se diera cuenta, así que optó por solo darse la vuelta y entró a su casa.
Mientras tanto Richie se quedó afuera, mirando confundido las acciones de su amigo, pensando en lo mucho que le gustaba, sí, a Richie le gustaba su pequeño amigo asmático, ¿qué debería hacer? pues el pensaba que no había nada que hacer, era feliz solo estando con el.
La razón por la que el día de hoy decidió acompañar a Eddie en el trayecto a su casa fue porque quería estar a solas con el y comprobar que lo que sentía era real; desde hace un poco tiempo comenzó a darse cuenta de que al estar junto al menor sentía sensaciones extrañas, tenía varias ideas de el por qué y entre ellas estaba que le gustaba y como era de esperarse, hoy lo comprobó, ahora estaba seguro de que sentía cosas por Eddie. Justo cuando se despidieron y el menor le mostró su peculiarmente tierna sonrisa que solía hacer cuando se sentía bien, sintió ganas de congelar el momento y mirarlo cuanto quisiera, pero al notar que comenzaba a quedarse inmerso en sus pensamientos solo le acarició el cabello y esperó a que se fuera. No necesitó más que eso para darse cuenta de que, efectivamente, había caído ante Eddie y no tenía ni la menor de idea de cuanto tiempo llevaba así.

Finalmente cuando Eddie entró el se fue a su casa, llegó como cualquier otro día, saludó a sus padres, fue a su habitación y se recostó para dormir, así, sin más.

-Oye, Richie, baja a cenar.- dijo su madre mientras abría la puerta del cuarto. -Por Dios, ¿qué es todo este desastre que tienes?.- preguntó asombrada una vez que entró y vió el desorden que había: ropa tirada, la cama destendida, juguetes regados en el suelo, sus libretas fuera de su mochila... en serio había un desorden, el de lentes solo se quedó perplejo mirando a su madre desde su cama, no esperaba que ella fuese a entrar, por lo que no se preocupó en siquiera meter todo debajo de su cama, como solía hacer. -Bien, bien, baja a cenar y acabando quiero que regreses a recoger todo este desorden, ¿entendido?.- habló mientras se daba la vuelta para salir de la habitación. -Ah, por cierto, vendré a revisar que no esté todo debajo de la cama, no creas que no me doy cuenta cuando lo dejas ahí.- advirtió por último para luego salir de la habitación, Richie pensaba decir algo, como siempre, pero su madre se fue, así que simplemente puso cara como si algo le doliera y obedeció a su madre.
Bajó a cenar y cuando terminó regresó a su habitación, se sentó en la orilla de la cama desganado y comenzó a poner en "orden" las cosas que se encontraban regadas, primero levantó sus juguetes, luego sus libretas y por último su ropa, pues era demasiada; continuó tranquilamente con los deberes hasta que tomó un pantalón, que al recogerlo del suelo cayó de la bolsa una pequeña hoja de papel, la levantó dispuesto a llevarla a la basura cuando notó que una esquina venía escrito su nombre junto a un corazón, la miró confundido y fue hasta entonces que recordó la existencia de esa pequeña carta y como había llegado hasta ahí, volvió a sentarse en la orilla de su cama, desdobló la hoja y comenzó a leer. No podía creer lo que estaba viendo, solo pensaba "Mierda, mierda, no puede ser, yo le gusto, realmente le gusto. Lo sabía, rayos, nadie puede resistirse a mi." en serio se sentía muy emocionado y feliz, nunca pensó en la probabilidad de que al menor pudiese gustarle, incluso bajó y abrazó a su madre mientras le agradecía por haberlo puesto a limpiar su habitación. Luego de eso, cuando finalmente terminó de ordenar guardó la carta en su mochila y fue a dormir, tenía ya planes en mente.

Eddie se encontraba en su habitación, una vez que entró se sentó dispuesto a escribir, se sentía feliz, no era normal que Richie lo acompañara a su casa y mucho menos la forma en que se despidió, tomó su libreta y una pluma y cuando la abrió, al no ver la carta se asustó y comenzó a buscarla, la buscó desesperadamente por todos lados y de repente recordó "Demonios... Richie." se quedó inmóvil, por un segundo le dieron ganas de tomar su inhalador, pero, si el lo había leído... no había nada que hacer.

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holii -w-
pues, hoy no fui a la escuela, así que me puse a terminar al capítulo jsjsjs.
Espero que les haya gustado, los hamo UuU.

Reddie- "Amarillo" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora