El Hombre de Tapado Negro

69 2 0
                                    

 Al hombre de tapado negro lo vi varias veces en mi vida, pero hasta hoy no me habia importado su existencia.

 Lo vi primero a mis 7 años, yo estaba jugando en el patio de mi casa y, de un momento a otro, me sentí observada. Pequeña yo, inocente, sentada de espaldas al roble, volteé y lo vi. Desapareció al segundo, pero yo sé lo que vi.

  Me observaba, también, mi primer dia en la secundaria. Recuerdo haber mirado por la ventana y verlo espiando detrás de un árbol.

  No volví a encontrarmelo hasta 5 años después, a mis 17 años, el día que salí con un chico al mirador de la ciudad. Era uno de esos lugares a los que uno iba por su privacidad y con cierto fin específico, nosotros no eramos la excepcion. Todo completamente oscuro, nosotros dos en el auto y la cara del hombre del tapado negro en el vidrio en frente mío. Los ojos parecían resplandecerle. Y desapareció.

 — Baja a ver — le dije a mi acompañante

 — ¿A ver qué?

 — Habia alguién ¿No lo viste? — él volteó pero obviamente ya no estaba allí

 —No hay nada — pude notar su mirada de "estás loca"

  Suspiró y bajó del auto como diciendo "No voy a encontrar nada"

  No volvió.

  Pasaron varias horas y no volvió. pasaron días y no supe nada de él. Jamás nadie volvió a verlo y, obviamente, fui culpada de su desaparición.

  El hombre de tapado negro volvió a aparecerseme al añño siguiente y desearía que nunca lo hubiese hecho.

  Salí de compras con mi mejor amiga, teníamos una fiesta a los pocos días y necesitabamos unos vestidos.

  Entramos en la primera tienda y me pareció verlo escabullendose por un costado de la tienda; me lo negué a mi misma, me dije que no era él y entré en el probador con un par de vestidos. Salí del probador y mi amiga ya no estaba. También me culparon de su desaparición aunque yo no sabía que había sido de ella.

  De a poco me dí cuenta que el hombre de tapado negro estaba detrás de todo aquello.

  Ayer me lo crucé.Me lo crucé por última vez. Lo vi espiándome detrás de un árbol y me harté. Me acerqué al árbol y lo agarré del tapado para que no escapara.

 — ¡¿Que querés de mi?!

  Y ya no estaba. solo había un espacio vacío y en mi mano, colgando, el tapado negro.

  Se lo he contado a tantas persona. Nadie me cree, nadie ha visto nunca al hombre de tapado negro y de ahora en más, yo tampoco.

Mis cuentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora