<< ¿Qué será ese ruido?>> pensó la pequeña Jessie.
el ruido de la lluvia entraba desde la ventana, pero no era ese sonido el que desconcertaba a Jessie.
Era un sonido diferente. Éste parecía provenir de afuera de su habitación; tal vez, incluso, desde el piso de abajo.
Era parecido que sale al freír algo, al el aceite crepitando sobre la estufa.
Tal vez, fuese su tía; quizá se le hubiese antojado comer algo a las 3 de la mañana y se había puesto a cocinar.
Jessie decidió bajar a ver, así que salió despacio de su cama y se dirigió a la puerta.
giró la perilla y un chirrido estruendoso hizo eco por toda la casa.
<<ahora van a despertarse todos>> temió Jessie. pero nadie se levantó o dió señal de haber escuchado nada.
Jessie terminó de abrir la puerta y comenzó a bajar los primeros peldaños de la escalera.
Protegida por la pared de su derecha, bajó sigilosamente un par de escalones más y asomó levemente la cabeza.
cualquiera que hubiese mirado directamente hacia la escalera, la habría visto. sin embargo, no había nadie allí.
Jessie terminó de bajar la escalera en total silencio y, cuando dió un par de pasos hacia la puerta de la cocina, escuchó la puerta de la habitación de su tía abrirse.
En un suspiro, se metió bajo la mesa, la cuál tenía -para su suerte- una mantel largo hasta el suelo que la ocultaba y, al ser de hilo, le permitía espiar lo que ocurría al otro lado.
Lo que vió, la desconcertó aún más: su tía se acercó a la puerta de la cocina con una vela en la mano.
La vela era redonda y de un color verde muy oscuro, tan oscuro que era casi negro.
La mujer dejó la vela en el piso, delante de la puerta de la cocina y se alejó.
Acto seguido, la puerta se abrió levemente y un tentáculo, viscoso y magenta, salió y tomó la vela.
Tan rápido como el tentáculo se arrastró de nuevo al interior de la cocina, la puerta se cerró como si nada hubiera ocurrido.
─nos encontrará ─ pronunció una voz a sus espaldas─ nos encontrará y nos matará. Nos matará y nos comerá, eso es lo que hace.
Era su primo, Sebastian, que estaba acurrucado al otro lado de la mesa. abrazaba sus piernas con fuerza y temblaba.
<<debe estar aterrado>> pensó Jessie. Quizo reconfortarlo, decirle que todo estaría bien, que nada les pasaría, pero no lo hizo, no estaba segura de que eso fuese cierto.
Tan pronto como Jessie abrió la boca para decir algo más,el tentáculo magenta tomó a Sebastian y se lo llevó mientras éste gritaba y pataleaba.
Así como el tentáculo metió a Sebastian en la cocina, los gritos cesaron.
<<lo mató>> pensó la pequeña <<lo mató y ahora va a comerselo>>
entonces una sombra se posó junto a la mesa.
<<tengo que huír>> se dijo Jessie a si misma. tal vez podría correr escaleras arriba y esconderse en su habitación, tal vez... podría llamar a la policía.
El mantel se levantó y unos brazos se cerraron sobre su cintura.
<<son brazos humanos... ¡es mi tía! ella me salvará>> festejó Jessie para sí.
─Todo estará bien, corazón ─dijo la mujer que la apresaba─ él solo quiere conocerte.
La pequeña Jessie gritó como si su vida dependiera de ello (y, de hecho, lo hacía)
y entonces, despertó.
Despertó justo cuando unos tentáculos pegajosos se cerraban alrededor de sus tobillos y tiraban de ella fuera de la cama.
A Jessie le pareció escuchar la voz de su tía diciendole: "Todo estará bien, corazón. Él solo quieres conocerte"
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