diez

2.1K 143 12
                                    

Punto de vista Anahi
15 de noviembre del 2011
Córdoba, Argentina

Era pasada la medianoche y los invitados ya habían comenzado a bailar en la gran pista que había en aquel salón. Con mi hermano seguíamos sentados en la mesa mientras escuchabamos como Gustavo  hablaba sobre su trabajo y sus proyectos en el mismo.

Veía a Paulo bailar con algunas amigas y eso me hacía poner un poco celosa, no podía negarlo ni ocultarlo. En un momento quise ir al baño y tuve que cruzar por la pista, dónde Paulo me vio y me abrazó para que me quedará con él. Por el tono de su voz me pude dar cuenta de que estaba un poco tomado y lo ignore porque realmente necesitaba ir al baño.

Cuando salí del baño Paulo volvió a abrazarme y me obligó a bailar con él mientras sus amigos nos encerraban en una pequeña ronda. Me daba vueltas de vez en cuando y en algunas ocasiones también quería robarme besos.

Le prohibi seguir tomando alcohol y él me dijo que no lo haría si le daba besos cuando él quisiera, así que ahí me tenía dándole besos cada medio segundo.

La noche se paso rapidísimo, cuando nos dimos cuenta ya eran las cinco de la madrugada y mi hermano quería irse porque se había cansado de bailar y tomar en compañía de las amigas de Paulo.

Cuando me despedí de Paulo, él ya se había "recuperado" del alcohol y me rogaba que me quedará un rato más con él. Tenía que hablar con mi hermano así que no podía quedarme, tuve que hacer un esfuerzo increíble para no decirle que si cuando me miro con cara de perrito mojado y esos ojazos que me derretian por completo.

Sentí una sensación horrible cuando me fui después de que él me haya pedido que me quedará, pero tenía que hablar con mi hermano para que pudiéramos seguir tranquilos con lo nuestro, sin tener que ocultarnos.

Con mi hermano llegamos a casa después de un largo viaje que fue silencioso e incómodo para mi. Apenas llegamos quise subir para irme a dormir pero mi hermano no me lo permitió porque empezó a gritar mi nombre antes de que pudiera terminar de subir las escaleras.

Nos sentamos en el sillón y yo esperaba que él me preguntará que quería saber.

- ¿Desde cuando me ocultan que están saliendo? -preguntó mi hermano mientras se sacaba el saco y lo dejaba en sillón.

- No estamos saliendo, no todavía.

- ¿Entonces?

- Él me gustaba desde que yo tenía once años y éste año cuando volvimos a vernos no pude evitar sentirme atraída por él. No había pasado nada entre nosotros hasta el viaje que hicimos a Mar del Plata, cuando vos te quedaste dormido en el sillón con Paulo salimos a comer algo. Esa noche nos besamos y después de eso comenzamos a tener algo.

Mi hermano asentía a medida que yo le iba contando todo y se puso las manos en la cara sintiéndose un poco frustrado. Realmente no entendía porque se lo estaba tomando tan mal, tengo derecho a salir con quién quiera.

- Paulo es una muy buena persona y sabes que varias veces te dije que era bueno para vos, pero si te llega a hacer algo yo voy a olvidarme de que es mi amigo.

- Entiendo, no quiero que nada cambie entre ustedes.

- Eso no va a pasar. Ya podes irte a dormir tranquila.

Asenti mirándolo con una sonrisa para después dejarle un beso en la mejilla y subir las escaleras para irme a dormir.

Ya podía dormir tranquila.

"Mi Gloria" Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora