La Especial

Capitulo 8: contratiempos

Narra Martín :
¡Estoy tan contento de tenerla en mi vida!. Desde que la vi por primera vez en mi casa me cautivó su bondad, su gentileza. Su piel blanca, su cabello perfecto y oscuro, su suave y tierna vos, su pasión por los animalitos, hasta su pequeño pero sexi trasero.

Y desde que tuvimos esa charla tan íntima en la playa, comencé a sentir cosas por ella. No solo me gusta,  es que... creo que me estoy enamorando.

No puedo dejar de pensar en ella. Y no podría imaginarme verla con otro. Como el otro día me pasó cuando la vi con Loan o el idiota de Axel. Sé que no está bien que me enoje, tampoco que reaccione así. Y sé que hace poco que la conozco, pero espero no verla algún día con otro chico que no fuese yo. 

Cuando vi que abrazaba a Loan en la cafetería me molesté y solo le pregunté a Melody quien era ese tipo. No me cayó nada bien. Pero cuando hablamos en la fiesta me aclaró que no tenía otras intenciones que amistad con Aby.

Me comentó que se conocen desde la secundaria y se vinieron a vivir aquí los tres a estudiar Veterinaria. Son como hermanos.

Eso me relajó bastante. Hasta el momento en que fui al baño. Primero me encontré con mi hermana, había llegado de su viaje de intercambio y me quiso dar una sorpresa al verme en la fiesta.

Vi a Aby que charlaba con un tipo. Así que creí que estaba ocupada y no iba a notar mi ausencia.

Conversando con Brenda, no me di cuenta cuánto había pasado el tiempo. Y cuando quise acordar la mesa donde estábamos sentados con Aby estaba vacía.

Entonces, despido a mi hermana y me acerco a la mesa donde estaba ella, miré alrededor y me di cuenta que se encontraba bailando con otro hombre. Herví de cólera al darme cuenta que estaban muy cariñosos. Miro a mi lado, sólo pude notar qué había una cantidad de vasos en la mesa a lo cual, al ver su torpeza al andar, inmediatamente supuse que eran de Aby

Este tipo se estaba aprovechando de su estado, aunque no sabía qué tan ebria estaba. Hasta que en un momento comenzó a sonar música lenta.

Me molesté mucho más, porque tendría que haber sido yo quien estuviera ahí con ella bailando esa canción.

Ya estaba furioso al ver a ese imbécil que tomó su cintura. Trate de no arruinar su ligue, pero no pude contenerme, porque ya sabía lo que se avecinaba. En este momento, vi que ella lo besó.

Lo siento, no pude evitarlo, me acerqué impulsado hacia ellos dispuesto a llevarme a Aby. Ese idiota robó mi momento, mi noche y mi oportunidad con ella.

Me causó ternura y a la vez enojo de que ella se había puesto ebria por que me vio hablando con otra mujer. Tenía que sacarla de ahí, el maldito solo quería aprovecharse. No iba a dejar que nada le pasara

Cuando la saqué de la fiesta quise besarla y decirle cuanto la quería. Pero deseaba que si había un beso, el beso fuese especial y que Aby no estuviese en ese estado, tal vez no lo recordaría o pensaría que me aproveché de ella.

La llevé a casa, no podía dejarla en otro lugar. Juro que esa fue la noche mas especial de mi vida. Ella estaba dormida en mis brazos, como un ángel. Besé su frente y me dormí también.

A la mañana siguiente, no podía dejar de mirarla. Es perfecta por donde la mire. Cuando abrió sus ojos, con su maquillaje corrido, y sus “cabellos al viento”, posó su mirada en mi. Juro que por esos segundos, fui el hombre más feliz.

Fuimos a la playa, compramos sándwiches.  Y almorzamos ahí. Nos bañamos en el mar, y tomamos sol. Estábamos hablando tan tranquilos de nuestras vidas, de su familia y de la mía. Nuestro pasado.  Su amor que la decepcionó con mentiras, y le conté de mis amores.

No tuve muchos. Solo dos novias y una de ellas me lastimó mucho al punto de no comer por tres días. Me usó y me engañó. Tan sólo tenía 14 años, con ella tuve mi primer relación sexual, recién comprendía lo que era un noviazgo y estaba descubriendo el amor.

Un día me llamó por teléfono y me citó en un parque, y me confesó que me engañaba con su ex novio.

Le conté a Aby desde que terminé ese noviazgo estoy solo. He tenido algunas chicas, pero nada formal ni serio. Hace siete años que no amaba a alguien.

Ella solo me miró con sus dulces ojos y la besé. Cada vez que acepta mis besos siento mi corazón explotar.

De repente sonó el teléfono de Aby y al contestar se quedó helada, así como tildada. Abrió sus hermosos ojos y se llenaron de lágrimas.  Su rostro se horrorizó y empezó a temblar:

-¡¿Qué?! P-pero.. Como es posible - dijo en sollozos

-Aby, ¿que sucede?

-NOOO…  por favor, ¡él no!

Lágrimas brotaban de su rostro, me sentía impotente. Se notaba nerviosa, no paraba de llorar y de temblar. Creí que se desmayaría de la tensión.

-llévame a la terminal de ómnibus, por favor.

- esta bien pero deja de llorar y cuéntamelo.

Subimos al auto y conduje.

-Martín, apúrate, debo ir rápido

-por favor cuéntame. Es desesperante verte así y no sé que te pasa.

llegamos a la terminal tomó el primer bus hacia San Juan y se marchó. Sin darme explicaciones. Me dejó ahí... sólo... Con una gran angustia en mi pecho.