Infinity Forever.

¿venganza?

(Narra David)

Espera, ¿he dicho yo eso? ¿eso  yo eso? ¿que me pasa? joder, esto es muy raro... ¿y ahora que se supone que tengo que hacer? ¿sonrio? Supongo que sera lo mejor.

- ¿que has dicho?- esboce como pude una pequeña sonrisa con nerviosismo, mientras ella se gira, otra vez, sin saber que le dije, ¿pero que le pasa?¿esta sorda?¿cuantas veces se lo tengo que repetir?

- bueno... no tengo nada que hacer, y tu no sabes donde estan las cosas... si quieres voy contigo.

- seguro que tienes algo que hacer, no te preocupes por mi - sonrió- cojo mi moto y algun sitio llegare

- mira, otra razón, te llevo yo en mi coche... ¿no pensaras traer la pintura en una moto, no?

-¿coche? ¿conduces? - yo asentí - ¿qué cuántos años tienes?

- dieciocho, estoy en último curso.

- ah, tan solo tienes un año más que yo, aunque aún tengo dieciséis en poco tiempo ya será mi cumpleaños...- silencio - bueno, yo me tengo que duchar, si quieres puedes esperar aquí, o quedamos en algún sitio

- aquí te espero, veo que tu colchón es cómodo

- así es- y los dos reímos mientras ella se aceraba a su maleta a coger unas cuantas cosas- lo siento, aun no hay electricidad, ni tele, ni internet...

- tranquila, ya me apañare - ella se fue directa al baño y cerró la puerta- y no tardes, no quiero quedarme dormido.

Me tumbe en la cama, la verdad es que era muy cómoda a pesar de que solo era un colchón tirado en el suelo. Acomode la almohada y estire un poco las sabanas. Un olor me hizo volver a pensar en ella, olor a vainilla que ella desprendía, que había olido el día que la conocí, y que hace apenas unos minutos pude disfrutar cuando la tenía al lado mía... ¡joder! ¿Estoy loco? ni Oscar, que es el que mejor me conoce, bueno, el único que me conoce, creería lo que pienso sobre una chica, ¿cuando yo he pensado así de alguna?¿cuando yo la he tratado bien? dejo de hablarla una vez me haya acostado con ella, que suele ser... la primera noche, como mucho la segunda.

Ya habían pasado cinco minutos desde que Rebecca se metió en el baño, y ahora sonaba su móvil, ¿qué hago? ¿Miro quien le llama? ¿Contesto?, la llamada finaliza: problema resuelto. Volví a tumbarme en la cama ya que me levante para ver de dónde venía la música, y justo en el momento en que me acosté volvió a sonar, entonces me acerque y vi quien la llamaba: Raúl, su novio, o su puesto novio. Seguro que es un imbécil, el típico guapito sin dos dedos de frente, un superficial. ¿Celoso? No no no, David Doyle nunca esta celoso de un tío.

- Rebecca, te están llamando, tiene que ser importante ha llamado dos veces- silencio, no responde, ella cierra el grifo del agua, supongo que saldrá a cogerlo, pero nada, otra vez la llamada finaliza y vuelve a sonar otra vez la melodía, una melodía un tanto peculiar. Creo que se cual es, es del grupo ese de cinco chicos que le encanta a mi hermana... ¿one direction? Si, creo que es la canción de “more than this”. La verdad no me gusta ese grupo, pienso que son otros cinco famosos que solo quieren ganar dinero, pero la verdad, que tanto escuchar sus canciones por culpa de mi hermana alguna que otra ya me la sé. Rebecca no parecía que iba a salir del baño, y corrí a llamar a la puerta

- ¿qué pasa?- por fin, parece que me escucha, le repetí lo mismo que le acababa de decir- ¿y quién es?

- Tu novio - dije con sarcasmo- Es Raúl.

- No es mi novio- oí como reía- ¿puedes cogerlo y decirle que en cuanto pueda le llamare?

- De acuerdo.- me senté mientras le daba al botón verde para contestar

- ya era hora preciosa

- ¿diga?- dije yo en un impulso mientras la rabia corría por mi cuerpo.

- eh... ¿Rebecca?

- ahora no se puede poner, lo siento

-¿y tu quien eres?

- soy...- ¿que soy? ¿amigo?¿conocido?¿nada?- mmm, un amigo, ella está en la ducha, no puede ponerse, cuando pueda le diré que te llame, ¿Raúl verdad?

- sí, gracias, que no se te olvide por favor, hasta otra.- y colgué, menudo imbécil. Seguro que si le tuviera delante no me habría pensado dos veces romperle la cara.

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(Narra Rebecca)

 20 minutos después, ahí estaba, enfrente del espejo, observando mi pelo mojado cayendo sobre mi camisa rosa fucsia, tal vez es un poco chillona, fosforescente, pero me gusta, es un poco ancha, pero me encanta como me queda. Creo que he engordado, ¿estos pantalones me estaban tan justos? son vaqueros normales, pitillos de esos que se te marca toda la figura y te estiliza, ¿qué zapatillas me pongo? mmm.. Deportivas, será lo mejor, y lo más cómodo. Me peine y lo alborote un poco, aun estaba un poco mojado, pero dejare que se seque al aire, ahora no tengo problema de coger un resfriado, no tengo que trabajar, ¿me pongo un poco de rímel?, me encantan mis pestañas así, tal cual, abundantes y bastante largas, pero siempre me ha gustado ponerme un poco de rímel para darles un toque más de negro y que resalten mis ojos. ¿Que estará haciendo David?

Se ve tan mono así, incluso parece un angelito, incapaz de hacerle daño a nadie. Esta ahí, tumbado en mi cama con su móvil sobre el pecho, está durmiendo, es tan... precioso, y ahora no se qué pensar, la verdad que con esto del desayuno y con que quiera pasar el día conmigo me alegra, tal vez haya subido algunos puntos, pero no me puedo fiar de el... no me puedo fiar de nadie.

- Dormilón despierta - corrí y me tire encima suya haciéndole cosquillas, mi venganza había llegado. Yo no podía parar de reír cuando vi su cara, tampoco podía parar de hacerle cosquillas mientras el reía. En un segundo la situación había cambiado, ahora el estaba encima mía y no paraba de hacerme cosquillas

- conmigo no se juega señorita Rebecca

- lo sien.... - más y más risas por parte de los dos, notaba su cuerpo encima del mío, mi pulsación se aceleraba cada vez que sentía su respiración más cerca de la mía, ahora el había parado de hacerme cosquillas, entre risas su rostro estaba a tan solo nos centímetros del mío, su  respiración se entrecortaba con la mía.