Demonios, detesto llorar, Busqué entre mi bolso mis lentes oscuros para evitar preguntas estúpidas, me los coloqué y salí del hotel en el que Sam estaba hospedado, estaba lleno de reporteros abajo, así que salí por los parqueaderos, saqué mi celular del bolso y llamé a la única persona que me entendería en este momento, mi hermano.
- ¿Hola?
- Derek, necesito que me recojas en el Savoy.
- ¿Y como estas tan segura de que yo estoy en Londres hermanita?
- Mierda, Derek, por favor dime que estas en Londres.
- Si, si lo estoy, voy en camino.
- Gracias hermano.
Lo esperé en los parqueaderos hasta que al fin llegó, en su discreto Camaro Bumblebee amarillo, si, si hay alguien que sabe llamar la atención, ese señoras y señores, es mi hermano Derek. Entré al auto y lo miré.
- Wow, Hola Sam Witwicky ¿dónde dejaste a Megan Fox? -El jodido auto era el mismo de Transformers, debo admitir que mi hermano tiene un estilo peculiar-
- Ja, ja, ja, muy graciosa hermanita, ¿se puede saber que te tiene de tan mal humor?
- Yo... yo... - Quité los lentes de mi rostro para que viera mis ojos rojos por las lágrimas- Creo que terminé con Sam.
- Oh mierda, necesitas una pizza.
- No, no tengo hambre.
Me miró sorprendido y luego me dijo
- Parece que fue grave.
- Llévame a casa Derek.
Y arrancó el auto, el camino a casa se me hizo eterno, y aparte de eso, era un día tan soleado que empeoraba la situación, pues sentía que todo el mundo estaba de maravilla y yo era la única con un corazón roto, ojos hinchados y unas ganas increíbles de mandar todo a la mierda.
Derek aparcó el auto frente a la casa de mamá, desabrochó su cinturón, me miro y dijo
- Mamá no esta en casa, si es lo que te preocupa.
- Créeme hermanito, es la última cosa que me preocupa en este momento.
- Okay, entonces entremos.
Desabroché mi cinturón, agarré mi abrigo y mi bolso y salí del auto. Esperé a que Derek abriera la puerta de la casa y entré.
Dios, todo estaba como lo recordaba antes, caminé hacia la sala y miles de recuerdos invadieron mi mente.
***
- ¡Sam detente, mi madre podría llegar en cualquier momento! -Dije con unas ganas inmensas de reírme, pues cuando estoy nerviosa, mis ataques de risa aumentan-
- Me encanta que te rías cuando estas nerviosa, te hace ver tan hermosa.
- ¡Cierra la boca Sam! Me estas haciendo poner roja -Dije para luego tapar mis mejillas con mis manos, cabe mencionar que Sam estaba encima de mí, lo cual me ponía el triple de nerviosa y sus ojos me miraban con una pizca de diversión y... ¿ternura? - ¿Qué? ¿Por qué me miras as...
Y me besó, seguí el beso; Era un beso tan tierno, Sam me besaba mientras metía sus manos debajo de mi suéter, y yo tocaba su suave cabello ondulado, hasta que una voz nos interrumpió
- Sabes que no me molesta que traigas a tu novio a la casa, pero no abuses, Valeria.
MIERDA, me levanté del sofá como si me hubiera electrocutado y miré a mi Madre de pie junto a nosotros y tenía una expresión de... ¿diversión?
- Lo siento mamá, emmm, en serio lo lamento, no volverá a suceder -Mierda, no sabía que decir, ¿qué demonios le dices a tu mamá cuando ella te encuentra debajo de tu novio? Sam habló en ese momento.
- Lo lamento mucho señora Manuela, fue mi culpa, no tiene porque...
Mi madre no lo dejó terminar
- Descuida Sam, simplemente respeten la casa, o por lo menos vayan a un hotel, seguramente allá podrán cerrar la puerta.
Un calor inmenso subió hasta mis mejillas
- ¡Mama! Nosotros ni si quiera íbamos a...
- Cariño, ¿Qué edad crees que tengo?
- ...
- Esta bien, los dejo, empezaré a preparar la cena, en dos horas llegan todos, un gusto en verte Sam- Se acercó hacia el y besó su mejilla, luego se acercó a mi e hizo lo mismo para así salir de la sala.
Nos quedamos unos segundos en silencio hasta que Sam rompió el incómodo silencio y dijo
- Casi me cago del susto.
Y mi carcajada salió al tan incómodo aire que había en la habitación
- Pues ya somos dos.
***
Suspiré y de mis labios se escapó una pequeña risa al recordar ese día, era la primera vez que llevaba a Sam a una cena de acción de gracias, estaba absorta en mis pensamientos y memorias hasta que siento que alguien toca mi hombro, me giro y veo a mi hermano con una mirada preocupada.
- ¿Estás bien?
- La verdad –Tomé una gran bocanada de aire- No tengo ni puta idea.
- Ven, hay que hablar.
Me guio hasta la cocina y empezó a preparar chocolate caliente, pues hacía un frío impresionante en la casa de mamá, debe ser por el aire acondicionado.
- Ahora sí, empieza a hablar hermanita.
- Suspiré y al hacerlo mis ojos se inundaron de lágrimas- ¿Recuerdas que yo no quiero tener hijos?
- Pues claro, lo vienes diciendo desde que tienes 13.
- Pues parece que a Sam se le olvidó.
- Mierda, tu... ¿no estarás embarazada? ¿Cierto?
- ¡Diablos Derek! ¡No! Lo que sucedió fue que -Me tomé unos segundos para decirlo- Sam si quiere tener hijos, y yo... yo nunca he querido, pero al parecer Sam en serio lo desea.
- Oh, entonces rompieron porque el quiere tener hijos y tu no.
- Exacto, así es.
- Oh, lo siento mucho vale.
Rodeó la mesa de la cocina que nos separaba y me abrazó; Al principio no quería abrazarlo, porque sabía que, si lo hacía, lloraría como nunca. Y así fue, lloré como un niño llora cuando le quitas un juguete, lloré como nunca pensé que iba a llorar, y me aterraba, me aterraba la idea de quebrarme, me atemorizaba. Mi hermano se separó de mí, tomó mis hombros, me miró y me dijo:
- El si quiere tener hijos, y tu no quieres tenerlos, el quiere cuidar a alguien, y tu no, a menos de que te arriesgues y cambies de opinión, pero las cosas no van a cambiar, si en realidad lo que quieres es no tener hijos, va a llegar una persona que no quiera y serás feliz con él, la naturaleza de la vida es hacer a todos felices.
- Pero yo lo amo, lo amo, hermano. Y lo extrañaré tanto, en serio lo voy a extrañar -dije eso último en susurros-
- Que ya no estén juntos no significa que no puedas verlo, y si en verdad se aman, en un futuro se encontrarán, para lo que los quiera la vida, Sam no se ha muerto hermanita, dale tiempo al tiempo.
Y me quedé en silencio, me separé de mi hermano, subí a mi vieja habitación y me tiré en la cama, para así poder pensar con mas claridad a cerca de todo lo que mi hermano me había dicho, para pensar en lo que Sam había dicho, en lo que yo quería. Cerré mis ojos y caí en un profundo sueño.
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Te amo... pero yo, amo mi vida.
Fiksi RemajaEllos, son novios desde años atrás, los dos son exitosos en sus trabajos como actores. Ella una joven entusiasta por la vida, con muchos sueños y metas y ama su trabajo. El un joven con muchos sueños y metas, de pensamientos conservadores con respec...