Specimen Boy

El chico de las esmeraldas

Nota: esta historia es de temática yandere por lo cual habrán escenas algo gráficas, si ese tipo de género no es de tu agrado estás a tiempo de retirarte, si igual deseas leerlo tomalo como advertencia.
Aquí voy a manejar narrador en primera y tercera persona, para evitar confusiones usaré este símbolo »🌸🌸🌸« para indicar el cambio de narración, sin nada más que decir disfruen~
.
.
.
.
La primera vez que lo ví fue algo peculiar, una alborotada melena de cabello verde rizado moviéndose a toda velocidad por el pasillo y que terminó impactando contra mí, pasé de ver ese punto verde desde lejos a tenerlo prácticamente sobre mi. Tardé solo unos segundos en reaccionar al leve dolor de mi espalda por la repentina caída y antes de siquiera poder soltar una maldición contra su torpeza fue que los ví, eran un par de brillantes y verdosos ojos posados fijamente en mí, en mi corta vida nunca había visto algo tan hermoso como el color de esa mirada.

—¡L-lo siento!— gritó el chico completamente rojo por la vergüenza, se puso de pie y me ayudó a levantarme antes de tomar sus cosas del suelo.

Al estar ambos ya levantados me pareció un poco cómico notar que era un poco más bajito que yo, vaya fuerza debió tener para tumbarme tan fácil o quizás yo estaba muy distraído y por eso terminamos así.

—No importa, solo ten más cuidado— le digo mientras observo cómo acomoda su mochila —¿nuevo ingreso?—.

El chico parpadeó un par de veces procesando lo que dije, error mío, tal vez debí formular mejor mi pregunta pero no estoy muy acostumbrado a iniciar conversaciones.

En ese momento su expresión de duda cambia a una de nerviosismo ¿ahora que le pasa? ni bien quise decir algo lo veo hacer varias reverencias de saludo frente a mi.

—¡Que torpe soy! m-mi nombre es Midoriya Izuku, voy camino a la prueba— dice de forma muy rápida haciendo que casi no le entendiera —¡lamento las molestias!—.

No han pasado ni diez minutos de haberlo conocido y ya puedo estar seguro de algo, su actitud me parece adorable. Por fuera permanezco con una expresión indiferente mientras que por dentro me hizo sonreír al ver sus brillantes ojos mirarme con alivio luego de decirle que todo estaba en orden.

—Ya, tranquilo lo importante es que ambos estamos bien ¿ok?— el chico asiente y sonríe más relajado.

Al verlo más detenidamente me fijo en cada detalle de su persona, desde el cabello alborotado hasta las pecas que tiene en cada mejilla, extrañamente desprende una sensación que me provoca ternura.

—¿Tu también eres aspirante a UA?— pregunta con una sonrisa.

—Algo así…— decirle que mi acceso está asegurado gracias a la recomendación es algo que prefiero omitir, medito un poco antes de decirle mi nombre, temo que por mi apellido de inmediato reconozca a mi maldito padre —puedes decirme Shouto— no es usual que me presente así pero es mejor mantener un perfil bajo, mejor que me considere un estudiante normal.

En ese momento la campana suena y el chico pega un saltito, imagino que volverá a retomar su carrera hasta el auditorio.

—¡P-perdón, ya debo retirarme!— se excusa con otra reverencia —espero verte luego— dice mientras se despide con la mano y vuelve a correr ahora con más calma.

Mientras retomaba su camino veo algo caer de su mochila, un lápiz de puntillas color azul termina rodando cerca de mi, luego de agacharme a tomarlo veo que Izuku ha desaparecido de mi vista espero y no vaya a necesitarlo.

Al verlo con más detenimiento veo que la tapita del lápiz tiene la figura de un gatito, río en voz baja al darme cuenta que ese chico es tierno en cada sentido, espero poder devolverselo pronto.