Narra Anabella.
- ¿Que pasó?
- Se quemaron algunas cosas... Detuvieron el fuego a tiempo
Suspire y lo abracé.
- Ya empezaron a arreglarlo... Aunque creo que no hará falta.
- ¿Por?
- Voy a cerrarlo. No quiero entrar mas ahí.
Asentí.
- Ven... Vamos a dormir...
- No comiste nada...
- No importa. Vamos
Me tironeo a la habitación.
- ¿Te trajiste ropa para cambiarte?
- Nop. Igual estoy como...
- Busca ropa mía -Me interrumpió- Voy a darme una ducha.
Asentí.
- Aunque también... Podrías ducharte conmigo.
Me sonroje.
- No lo se...
- Vamos. Dale.
- Espera que busco una camisa tuya.
Fui a su armario y terminé sacando un buzo. Lo lleve al baño y entré a la ducha con Él. Me abrazó y suspiró.
- Te amo.
- Yo también te amo Nena...
Besé su hombro.
- ¿Estas cansada?
- No tanto... Dormí bastante hoy a la tarde.
Se separó de mi y sonrió.
- Date vuelta.
- Eres un...
Rió.
- Shh... Nadie va a escucharte así que puedes gemir tranquila.
Sentí mi cuerpo quemar.
- ¿Y piensas hacerlo sin protección?
- ¿Y no tomas pastillas?
- Estoy en los días de descanso... O sea días fértiles.
- Entonces cuando salgamos del agua si te doy duro
- ¿Tenias que ser tan gráfico?
- ¡Si te encanta!
- Callate.
Reímos y nos bañamos como corresponde.
Al final, después de salir de la ducha, nos acostamos y Juan fue el primero en dormirse.
Admito que no me canso de ver como duerme. Es hermoso.
- Te amo...
Lo besé, abracé y me quedé dormida.
Desperté por el sonido de un celular. Era el de Juan. Ya que el no despertaba, siquiera gritándole en el oído, decidí mirar que pasaba.
Llamada entrante de "Mi bebé"
Conteste.
- Hola.
- Horrendo de mierda ¿Donde estas?
- ¿Quien eres?
- La vieja confiable. Dale Juan, no jodas.
- Soy Anabella. ¿Quien habla?
- Ah ¡Ana! Soy Manu. ¿El idiota donde está?
Reí.
- Hola Manu. Todavía duerme.
- Ah. Dijo que vendría a buscarme porque quería hacer no se qué y lo estaba esperando.
- Si quieres lo llamo...
- No no. Cuando despierte dile que llamé ¿Si?
- Dale, no hay problema.
- Okey. Hablamos Luego Ana.
Cortó.
Me puse a mirar los contactos de Juan. "Mi bebé" es Manuela; "La reina de mi vida" Es Marlli; "Mi niña" Soy yo; "La insoportable Williams" es Leila; "La zorra mundial" es Thalia y "Risita de delfín" es Alondra. Me hizo reír como tenia agendadas a las mujeres. El resto eran hombres, y la mayoría empresarios de su entorno. O sea: 5% mujeres, 5% familiares varones, 90% empresarios.
Me levanté y fui a hacer el desayuno. Mientras terminaba de preparar las tostadas, escuche un ruido fuerte.
- ¡Mierd*!
Reí bajo.
- Buen día mi amor.
Voltee y le sonreí. Sacó su rostro enojado y sonrió.
- Hola Nena.
Me besó y suspiro.
- ¿Con que chocaste?
- Me tropecé con la mesita y me caí.
Solté una carcajada.
- No da risa.
- Ya, lo siento. Malhumorado.
- Es que dolió.
Lo mire y levantó sus hombros.
- Llamo Manu... Dijo que querias hacer...
- Si lo se. Me quede dormido -Me interrumpió- Iré en un rato.
- ¿Puedo saber que harás?
- No. Es una sorpresa.
Deje el desayuno en la mesa y suspire.
- ¿Que pasa?
- Nada... Sólo no me siento bien.
Me senté y me serví café. Imitó mi acción.
- ¿Que tienes?
- ¡Nada! Deja de preguntar.
Puse las manos en mi frente.
Es normal que esté siendo bipolar, demasiado. Ya tiene que llegar el Tío Andrés de Río Colorado... Que asco.
- Esta bien...
- Perdón pero... Me irrita que preguntes tanto.
- Ya, no te preguntaré nada mas.
Tomó su café y se fue. Fui tras él y me colgué, abrazándolo.
- Perdón...
- Baja.
Hice caso a su pedido, se volteo.
- Es probable que estés en tus días y te entiendo. Pero tampoco para tanto... Me hiciste sentir mal.
- Lo siento. -Lo abrace- Te amo...
- Yo más. Voy a ducharme así me voy...
Beso mi frente y se fue.
