Capítulo 5

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Narra Juan.

- Ah... Mmm...

Anabella me pellizco el pezón, gemí mas.

- Callate.

Siguió "trabajando" por mi entrepierna.

- Ya no aguanto, quiero hacerte mía.

- No. Todavía falta.

Acaricio mi mejilla y se subió sobre mi. Comenzo a moverse, mientras yo luchaba por soltarme y hacer que entre en ella.

- Así de desesperada estoy yo cada vez que juegas...

Rió.

- Ana... Por favor... Siento que voy a estallar. Necesito entrar en ti.

Me besó y sonrió.

- No voy a soltarte aún.

- No pedí que me sueltes. Pedí que te subas sobre mi.

Finalmente hizo que entre en su cuerpo. Los dos gritamos bastante fuerte.
Después de un rato, me soltó las muñecas y cambiamos de posición. Así estuvimos toda la tarde.

Cuando desperté, lo primero que hice es fijarme si Anabella estaba al lado mio. Cosa que no era así.

- ¿Ana?

Entró a la habitación y sonrió.

- Hola dormilón -Me besó- Estoy esperando que llegue la comida.

- ¿Que hora es?

- Las 23:00...

Abrí mis ojos como platos.

- ¿Que paso?

- Ah... Nada.

Sonrió y me besó.

- Ahora vuelvo.

Se fue.

A esta hora yo tendría que estar con Leila. Mire la habitación en busca de mi celular y lo vi en el suelo al lado de mi camisa. Me acerque y lo levante. Tenia un mensaje de Taylor. 

" Leila prendió fuego el cuarto rojo. Venga cuanto antes..." (23:08)

Mire la hora. Eran 23:16. Me levante y me vestí rápido.

- ¿Que pasa?

- Leila incendio el cuarto rojo. Tengo que ir a casa.

Solto la bandeja con comida.

- Voy contigo.

- No -La detuve- Quedate. En todo caso te aviso y te vengo a buscar o vengo cuando se solucione esto. No quiero que corras peligro.

Le di un beso.

- Te amo...

- Yo también hermosa. Te llamo en un rato.

Me fui corriendo hasta casa. No me importaba dejar el auto o lo que sea. Ese incendio puede afectar todo.

Apenas llegar, encontré a los bomberos yéndose y a Taylor en la puerta.

- ¿Que quemó?

- Buenas noches señor. Ha incendiado la cama y se llegó a incendiar una pared. Por el calor han reventado los vidrios de la vitrina y la ventana pero nada mas. Llegue a detenerla antes de que incendie el sofá y los cajones de madera.

Puse las manos en mi frente.

- ¿Ustedes están bien?

- Rosa se cortó el rostro por accidente pero ya se vendo. El resto todos bien.

Asentí

- Ya llamé a varias tiendas de accesorios y mañana los reponen. En cuanto a muebles y demás, esta solucionado. Ya trajeron los nuevos.

- ¿No pasó nada mas entonces?

- No señor.

- Genial. Ve al hotel que esta frente a la plaza aquí cerca y busca a Anabella por favor. Di que la mande a buscar yo en todo caso.

Asintió y se fue.
El cuarto ya estaba limpio. Pero la pared teñida de negro, al igual que partes del suelo de madera. Suspire y cerré mis ojos. Camine para ver que mas se habia roto y pise un papel. Lo levante y desdoble.

" Manten cuidado. Hoy es fuego, mañana la muerte... "

Dios. Esa perra esta loca.

50 Sombras LiberadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora