Capitulo 8

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Narra Juan.

- ¿Quien es y por que te envía estos mensajes?

Le dije a Ana apenas entró. Lo vio y se asombro.

- No lo se.

- No me mientas.

- ¡No lo se! Tu no eres y no conozco a otra persona que pueda mandarme mensajes asi con esa inicial.

- Claro que si... -Murmure. Me miró- Tu ex jefe...

- Jack...

Dejó su celular a un lado.

- ¿Crees que sea él?

- Hay una posibilidad.

Palideció.

- Espero que no sea como antes...

- Tranquila... No lo será.

Un médico entró y me reviso. Dijo que podia irme asi que no dude un segundo en hacerlo.

*-*-

- Juan...

Alce mi vista.

- Dime.

- Te... Alguien quiere verte.

- Dile que pase.

Mi hermana asintió y se fue. Segui en mi trabajo.

- Tenemos cuentas pendientes mi amor...

Levante mi vista nuevamente, Encontrándome a Thalia.

- Largate.

- ¿No vas a escucharme?

Me levante furioso y la agarré fuertemente del cuello.

- Largate, ya.

La solte. Casi cayó al suelo.

- Ah ¿Quieres que asi sean las cosas? Asi serán.

Agarró una lámpara de mi escritorio y la estrelló contra el suelo. Luego, salió dando un portazo. Mire los vidrios y patee uno.

- Me compro 300.

Fui a buscar algo para limpiar eso.

Media hora después, estaba volviendo a casa.

Ahora si, sali de vacaciones. No vuelvo hasta dentro de un mes.

Entré a casa. Enseguida el aroma a comida llegó a mi. Fui a la cocina de inmediato, pero no habia nadie. Fui al living, pero nada. Hasta que Anabella apareció y sonrió.

- Hola hermosa...

Le di un beso.

- Hola...

- Mañana nos vamos...

Subio su ceja.

- ¿Donde?

- No se... Donde sea. Hasta dentro de un mes no vuelvo a la empresa y quiero irme de viaje a algún lado.

Sonrió.

- Esta bien...

Fuimos a la cocina.

- ¿Y donde piensas ir?

- Ya dije que no tengo idea... ¿Tu quieres ir a algún lado en particular?

- Siempre quise ir a Italia... O a Francia...

- Tienes 24hs para decidir.

Rió.

- ¿Que estas cocinando?

- Carne a la barbacoa... ¿Por?

- Pregunto...

- Ya casi esta. Asi que vamos a poner la mesa...

Sonreí y la ayudé...

Narra Anabella.

- ¿Y eso?

Bajé la ventanilla del coche.

- ¿Es tuyo?

Juan puso su mano en mi pierna.

- Es nuestro... Señora Londoño...

Lo mire y Sonreí. Me dio un corto beso

- Vamos...

Bajamos del auto. Trajeron nuestras maletas y subimos al avión privado. Era bastante bonito.

Al final íbamos a Francia. Siempre quise conocer un lugar como ese.

El viaje duró unas cuantas horas. Me dediqué a leer, mirar mis redes sociales, sacarle fotos a Juan mientras dormía y jugar con mi celular. No soy de dormir mientras viajo, pocas veces lo hago. Debo estar demasiado cansada o sentirme mal para que eso pase.

Llegamos y fui la primera en bajar del avión. Estaba muy emocionada. Escuché la risa de Juan tras de mi, me di la vuelta.

- ¿Qué?

- Tranquila -Besó mi frente- Tendremos varios días para hacer lo que quieras.

Sonreí.

- Estoy ansiosa...

- Lo se. Ahora vamos.

Me abrazó y comenzamos a caminar para salir del aeropuerto.

Este viaje sera espectacular...

50 Sombras LiberadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora