Ya iban 2 muertes, no sabía que hacer ya, porque a pesar de todo no siento culpa, no siento tristeza, no siento nada... Solo pensaba en que momento iba a terminar todo esto pero es un viaje de nunca acabar y el que hizo algo alguna vez lo vuelve a hacer involuntariamente, mi cabeza pedía ayuda pero mis sentimientos con un poco de químicos y psicoactivos acallan ese grito desesperado de fin ¿Habrá terminado está mala racha? Ya tenía 16 años y cargaba con muchas cosas que para mí no pesaban pero a otras personas capas el peso la llevaban al suicidio, igual es muy irónico, ya que no me suicidó pero tengo todos las adicciones que tarde o temprano te matan.
Mi primo de alma, Esteban, me vino a visitar, era una buena persona, estudiaba para psicología, tenía 21 años y vivía con la novia, la vida que todos querían tener el se cansó ya de vivirla.
- ¿que onda Claudio todo bien?
- ahora bien ¿Y vos?
- yo bien, me enteré de todo lo que paso ¿querés hablarlo?
En ese momento baje la mirada y con una risa casi psicópata dije
- no hace falta, yo no cargo con eso.
A lo que respondió
- ¿estás seguro?
- si, estoy más que seguro, se mataron porque quisieron.
El con cara de asombro acepto y se sento.
- ¿hoy te quedas en casa?
- me quedo una semana, estoy cansado de la rutina ¿Puedo?
- si men vos tranquilo.
Esa noche estaba fumando un pucho en mi pieza y Esteban empezó a toses, ahí me di cuenta que no podía estar en un ambiente con humo, es raro porque el fumaba, igual no me atreví a preguntar el porque no podía. El era para mi la paz personificada, me acuerdo todas las veces que el me ayudó a calmar mis nervios, las veces que el me aconsejó con las chicas y sobre todo, las veces que me dijo que no mate por causa de una sustancia, pero nunca lo escuche, Nose el motivo, pero nadie logró cambiar mi forma de ser y mucho menos lo que quería hacer con mi cuerpo.
Esa noche me acorde que mi cumpleaños era en diez días
— che primo, en unos dias es mi cumple, ¿Querés quedarte acá hasta el 29?
— ¿Seguro? ¿No molestare acá 10 Díaz enteros?
Solté una risa y dije
— tu tranquilo, yo nervioso.
Nos reímos y el se fue a dormir porque ya no daba más y el otro día tenía que ir a laburar.
Esa noche soñé algo que me quedo marcado, estaba en una sala negra con 3 lápidas, la primera decía "Diego Benítez, QEPD, 26-11-1999 / 12-05-2012"
La segunda decía " Cristian Te, QEPD, 29-01-1998 / 08-12-2014"
La tercer lápida no tenía nombre, solo decía una fecha familiar "15-04-1996" y en el pasto decía "paseo de las muertes del asesino de guantes blancos"
Ahí me desperté, no sabía porque soñé eso ni de quién era esa fecha de nacimiento, pero lo único que sé que esto aún no termino.
(Fin del capítulo 5)
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Un asesino de guantes blancos
Teen Fictionun chico de 13 años, 3 historias de vida, varias causas, muchos destinos, una caracterización. Esta historia relata una vida de un adicto que sin saberlo el era un asesino de guantes blancos