Capítulo 7: Confusión de la realidad

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Mi vida después de la muerte de Esteban cambio completamente, la crisis me invadía, me encerré en mi cuarto el cual había un ligero gusto a soledad con mezcla de tabaco, no sabía qué hacer, ¿serán las muertes acumuladas? Me preguntaba por mi forma de sufrir, por primera vez entre en depresión, me faltaba choco, me faltaba Cristian y ahora falta Esteban, mi cabeza había empezado a delirar, en mis sueños veía sus imágenes todo el tiempo, no podía dejar de sentirme culpable.

Un miércoles 26 de noviembre me desperté con la idea de acabar con este sufrimiento que se superpone sobre todas mis emociones. Eran las 4pm, altere una receta médica de pastillas para dormir de mi abuela, que en paz descanse, cambiándole la fecha de emisión, fui a la farmacia ye compre 20 pastillas comprimidas de clonazepam, quería dormir, entrar en el sueño eterno y no sufrir más. Esa misma noche tomé los 20 comprimidos juntos, empecé a escuchar las canciones que escuchaba con los chicos, twenty one pillots, Ed Sheeran, la Berisso, una mezcla de géneros que no yo creí alguna vez escucharlos todos juntos, pasaron 30 minutos de música y los párpados se me empezaron a cerrar, sonreí después de un mes de llantos, me encendí un cigarrillo y brinde por mi muerte con las fotos de los chicos, iba con ellos, no los iba a dejar solos. Hablando solo con las fotos dije

- Ya los abandone por mucho tiempo, es hora de reencontrarse.

Con esas palabras fume la última pitada de cigarrillo de mi vida, o eso creí, cerré los ojos y me desplegar sobre el piso, un piso de baldosas que por lo general hierve en esta época del año, pero hoy estaba frío, más frío que mis sentimientos antes de la muerte de mi primo, en mis últimos momentos de conciencia escucho que se abre la puerta

- ¡Claudio baja a comer! -Hace una pausa y entra la persona con esa voz- ¿Claudio? ¿Estás bien?

Sentí que me tocó la muñeca, tenía poco pulso, "LLAMA A UNA AMBULANCIA" se escuchó, ese grito de susto que puede llegar a despertar a un muerto logré escuchar y después de 5 segundos no escuché más nada, No tenía conciencia, estaba en camino a ser libre. En un momento se ve que empecé a soñar a causa de los efectos de la pastilla y logré ver las imágenes de ellos, eran choco con sus libros leyendo y Cristian jugando al truco con Esteban, cuando me vieron pensé que me iban a abrazar, a decir que me extrañaron, pero no

- Clau aún no es tu hora, ¿Qué haces acá? -me dijo choco asustado-

- No podía vivir sabiendo lo que hice -respondí- quiero estar con ustedes, aunque no lo merezco.

- Vos no hiciste nada -acoto Cristian- nosotros solos nos matamos.

- Yo los llevé a la muerte.

- Nosotros estamos bien -dijo Esteban- todos sufrimos, se acabó nuestro sufrimiento.

- ¿Están en el cielo? -pregunte-

- No, estamos en un lugar más bueno, estamos en tus recuerdos, si vos morís, moriremos nosotros -dijo Esteban-

En ese momento se empezaron a alejar, se oscureció todo. Tenía miedo, no sabía qué hacer, cerré los ojos del espanto que tenía, me quedé con los ojos cerrados durante unos minutos, cuando los abrí un resplandor me cegó y en ese momento me desperté, estaba en una sala de urgencias, una mujer estaba sentada alado mío que al verme abrir los ojos empezó a gritar "DESPERTÓ, DESPERTÓ" En ese momento entraron 4 médicos, y me empezaron a revisar, estaba en una sala de un hospital, lo único que podía ver es a los médicos revisando mi estado de salud y a una señora que no reconocía abrazada a un hombre mayor, estaba desconsolada. En ese momento trate de moverme y no podía, ¿será que me salve de la muerte o solo un sueño más? ¿Qué estaba pasando? Me preguntaba a mí mismo sin pronunciar palabras. Me volví a dormir para ver si solo era una pesadilla durante la muerte. Cuando me desperté seguía en esa sala, logre sacar un reflejo de movimiento de mis manos y brazos, pero apenas minúsculo, estaba lleno de cables, trate de respirar y tenía un tubo en mi boca, era un respirador, ahí me di cuenta que estaba vivo, porque tenía dolor, en ese momento un médico entró y me miro, saco una sonrisa y soltó "Sos un luchador", no podía hablar yo, me sentía incapacitado de vivir.

Un asesino de guantes blancosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora