La vida estaba empezando, Diego recién entraba en la secundaria después de 6 duros años de bullying y pérdidas en la primaria. El primer día de clases estaba muy desorientado, era un colegio muy grande, con muchas caras, muchas culturas, era mucho para una persona tan oprimida socialmente, ingreso a 1ro A del turno tarde, el único curso que tenía vacante de ese colegio, lo que primero pensó era que fue que había poca gente por estar en el turno tarde, pero cuando ingreso en esa aula fría, se dio cuenta que iba más allá de un turno horario, sino por la gente que estudiaba en ese salón, se sentó en el fondo de todo, en una esquina, todos lo miraban, algunos susurraban, otros se reían, pero algo que sabemos es que el no se sentía para nada cómodo, las primeras 2 horas tuvo la presentación de matemáticas, su materia favorita, pero odiada por el resto, le tocó decir su nombre, apenas se podía escuchar lo que decía. Al tocar la campana del recreo salieron todos menos el, algunos jugaban a la pelota, otros hablaban, las chicas se juntaban en el árbol que estaba alado de las escaleras a hablar de cosas que nadie entendía, a lo que ellas respondían "son cosas de chicas" yo en particular me iba a los vestuarios del colegio y me fumaba un cigarrillo a escondidas. Finalizado el recreo entre al curso y ahí estaba Diego, sentado leyendo un libro mientras se veía su anciedad por el movimiento involuntario que hacía con los pies. En ese momento me acerque a su mesa y me senté con el, me miró y le hable:
- ¿Me puedo sentar?.
Respondió con la voz muy baja
- Si, no hay drama.
- Bueno -lo miró y sonrío- ¿como te llamas?.
Con un poco más de confianza dijo
-me llamo Diego ¿y vos? .
- Me llamo Claudio, ¿cual es tu apodo?.
... Guardo silencio y después respondió
- No tengo apodo.
Yo me quedé mirándolo y pensando algún apodo agradable para que el entre en confianza
- ¿Te puedo decir "choco"?.
Idee ese apodo porque vi que en su mochila tenía varios chocolates, supuse que le gustaba, el se rió y dijo que le gustaba, logré entrar en confianza.
Al finalizar el horario, salimos todos y nos íbamos a ir cada uno a su casa, yo salí y me prendo un cigarro, choco se acercó y al verme fumar me bombardeo de preguntas.
- ¿Fumas?
- Si, hace 2 años.
- ¿Porque?.
- Nose, me saca la anciedad jaja.
- ¿Porque empezaste a fumar?.
- ... - Suspiré -
- ¿Pregunte algo malo? Perdón, no era mi intención.
- NO NO, no pasa nada choco, solo que es una larga historia...
- Ah bueno, pero ¿te saca los problemas como dicen todos?.
- En realidad sólo me calma, tengo otras adicciones que me sacan los problemas por un rato -me Rei para cambiar el ambiente-
- ¿Cuáles?.
- La marihuana y el alcohol.
- ¿Te drogas? -Con cara de asombro-
- Si, pero de vez en cuando, cuando los problemas me invaden.
En ese momento llego el papá de Diego, era un hombre alto, con traje, con cara de serio y muy delgado, me dio miedo cuando lo vi, y a Diego también, en ese momento se despidió y se fue, yo no pensaba volver a casa hoy, me iba a lo de unos amigos que pegaron unas flores que no me podía perder, esa noche, estando en un estado de locura me acordaba de Diego, que parecía buen pibe pero no me contó nada de su vida aún, me daba mucha intriga, lo que menos sabía yo que de hablarle para que no se sienta solo iba a formar una hermosa amistad con el.
Pasaron los días de la semana y era hablar con Diego todo el tiempo, lo anime a salir del curso, a hablar con más pibes del curso y le presente a una amiga, le daba consejos, consiguió novia, amigos pero yo me convertí en su mejor amigo, y el se convirtió en el mio.
(Fin del capítulo 1)
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Un asesino de guantes blancos
Teen Fictionun chico de 13 años, 3 historias de vida, varias causas, muchos destinos, una caracterización. Esta historia relata una vida de un adicto que sin saberlo el era un asesino de guantes blancos