DEPARTAMENTO, GALLETAS Y TERNURA

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 Llegamos al departamento, entramos al cuarto de Alonso el cual estaba en lo más alto de aquel edificio 


-Comparto departamento con mucha gente como yo vine al último me tocó hasta arriba, pero no importa es pequeño,  me agrada 


-¿Y no te da miedo quedarte aqui solito?


-Me siento seguro aquí la dueña es demasiado amable habló con ella de vez en cuando, es como mi madre- Rio- 


-Bueno eso está bien solo ten cuidado nose que haria sin ti. 

- Okey, pero igual seguirias viviendo-sonrió-


-Oye tengo que irme-Dije mirando la fuerte lluvia  al exterior - 


-No Jos no te vayas, puedes quedarte conmigo así me haces compañía- Mencionó subiendo las escaleras- 


-¿No quieres que me vaya?-Pregunte de una manera halagante pues recuerdo que hace unas semanas este chico no quería verme tal vez ni en pintura- 


-No tonto por eso te lo digo - Río. Me encantaba ver su sonrisa, me gustaria besarlo ahora besarlo de verdad, por toda una eternidad-  


-Okey, no me iré


-Hay que ducharnos sino enfermaremos, ven -Caminamos un largo pasillo, y entramos al baño-entra-abrió la regadera-buscaré una pijama para ti, en cuanto salgas ven a mi habitación. Toma-me entregó una toalla-


-Esta bien -me bañe, tarde más o menos 7 min. Sali y me diriji a la habitacion de Alonso. Toque y él abrió-


-Solo encontre esto tal vez te quede pequeño pero bueno -me tendió una pijama de colores que parecía vómito de unicornio. Imagine lo adorable que Alonso se vería con ella-


-Esta bien no te preocupes

-Bien ahora es mi turno, asi que quedate aquí no tardaré lo prometo -Salio y cerro consigo la puerta. Explore su cuarto, no sabía que Alonso pintaba. Su habitación era de color azul pastel, tenía una ventana circular de bordes blancos la cual tenía una vista espectacular ya que aquel apartamento era de bastantes pisos y la habitación de Alonso era el último podría decirse que estaba en la punta del edificio.  

Alonso regresó a los 10 minutos y trajo consigo galletas y leche chocolatada. Su pijama era de un color amarillo y su camisa blanca ¿Por que era tan lindo?


-Regrese -sonrió-no hay mucha comida, solo conseguí esto -L e ayude a sostener la bandeja- 


-No te preocupes Alonso, lo que sea es bueno -nos sentamos en la alfombra y comimos galletas, fuimos ala cama y Alonso se acurruco en mi pecho ¡Era tan adorable!


CONTINUARÁ...
ALIVILLALPANDO  

Tan Cerca y Tan LejosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora