La Voz De Un Desdichado

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Quiero gritar, pegar de alaridos, sollozar,

Envolverme en el más triste sentimiento, no pensar,

Que cada partícula de mis entrañas, de este ser,

Estallen a la vez, encendidas de dolor, rencor

Que se me derrita la cara en mil colores, indefiniendo expresiones,

Que los sentidos se agudicen como el atardecer, expansiones,

Que el dolor no cese, progresivamente, llanto enfurecido,

Rotunda y solemne intranquilidad, pensamiento esparcido,

Brutal descanso radioactivo, en el corazón, mala sensación,

Despurificando la belleza interna, embrutecido, plasma, sirena,

La esperada sanación anuncio su renuncia, en voz alta, maliciosa,

Envenenando el pasado, penumbra, obscuridad, equidad,

Quiero desangrarme a mordiscos, dientes de la muerte, afilados,

Restregarme contra una selva de cactus, mi lecho, habitación,

Quemar las espinas incrustadas en mi ser, que una a una ardan en fuego,

Bañarme en un mar de alcohol, cuerpo entumecido, constante dolor

Que en las cenizas de la eternidad, estén las mías, aun gritando, de sufrimiento, cargando un ataúd

Que en el eco del futuro, infinitos segundos, se escuchen los llantos,

Sufrir en el amargo olvido, aun después de mi lecho, espinas, que ironía,

Así hablo aquel hombre, que deseaba morir de amor, en su mundo encausado y su ruina absoluta, entre tiempos pausados y sonrisas corruptas.

Erupción EmpiricaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora