Profesor (L.s)

Capítulo 15.

​gracias por esperar bebés, son los mejores.
Capítulo dedicado a: Soy_Louis_Tomlinson larrislife Lizzy_Stylinson28 -daaaan nxxthing Mary28stylinson MontStylinson AstridStylinson19

Quiero hacer una dedicación especial a esta persona: Larry_JustHoldOn
Bebé, amo tus comentarios, de verdad, son los mejores, te amo ok.

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-¿Q-qu-qué? ¿Qué y-yo qué?

Eric mantenía aquella calma y cínica sonrisa en sus labios, con una mirada fría y tosca que sólo le repetía una y otra vez cada mala palabra que alguna vez le dirigieron por su orientación sexual. Él no sabía si quería llorar o morderlo una y otra vez.

​-Louis, no te estoy pidiendo mucho. Compórtate como un macho y hazlo de una vez por todas.

¿Cómo podía estar tan tranquilo cuando, no hace más que 10 segundos, le había pedido que se negara a sí mismo su orientación sexual y olvidara su "insana y femínica" idea de salir con su maestro de escuela? Porque, sí, Eric había notado que un auto lo recogía y llevaba cada día y cada tarde, que aparcaba frente a su puerta y se demoraba casi 15 minutos en salir, había notado que el dueño era maestro y, simplemente, dedujo que era algún profesor. Sí, el hombre era mucho más inteligente de lo que parecía y, en definitiva, lo usaba a su favor.

​-P-pe-pero...

​-Mira, Louis. Yo no sé cómo te crió tu padre, pero, si te dejó ser un maricón, definitivamente no fue bien criado. No obstante, con las estúpidas reglas que te dio tu padre o no, mientras yo viva en esta casa, tú vas a ser un hombre verdadero, no una nenita de mierda. Vas a comportarte como lo que eres y no vas a parecer un travesti o alguna cosa así.

Y, entonces, Louis simplemente explotó.

​-¡Usted no tiene ningún derecho de hablar de mi papá! ¡Él fue un hombre bueno conmigo, él me crió mejor de lo que usted lo haría en 30 vidas! ¡Jamás, y óigame bien, jamás podría reemplazar todo lo bueno que ese hombre hizo por mí!

Louis Tomlinson era ese tipo de chico calmo, dulce, respetuoso, siempre con una sonrisa cordial y tímida. Louis Tomlinson jamás diría una mala palabra contra alguien, respondería en voz alta o lanzaría un golpe contra alguien mayor. Sin embargo, cuando hablaban de esas personas que él simplemente amaba más que a nadie, él no podía parar, simplemente no podía. Es que, las manos le picaron fuertemente cuando escuchó hablar de su padre.

Sí, Wayne Tomlinson se fue cuatro años atrás con su perro en brazos, mientras su madre lloraba y le rogaba porque se quedara, porque la perdonara, que volviera con ella, que ella no sabía qué hacer sin él. Louis no entendía qué pasaba, pero no podía sacar de su mente la imagen de los desgarradores llantos de su madre y cómo ella caía al suelo mientras temblaba llorando. Louis no podía negar que se sintió muy mal cuando supo que su padre había muerto, pero no podía llorarlo si debía cuidar que su mamá no se ahorcara, ahogara, se tirara de su ventana o se cortara con sus perfiladores de cejas o alguna cosa así. Sí, él los había abandonado en un mal momento para su madre, pero él fue bueno, cuidó de Louis todo el tiempo, jugó con él cada día, dejó que contara en las escondidas, aún cuando olvidaba los números, bailó con él las canciones de Michael Jackson, aún cuando tenía trabajo por hacer, lo escuchó cuando le gustó el primer chico en su vida y lloró contra su hombro cuando no supo cómo decirle a su mamá. Él fue muy bueno a su lado, no importa cuánto dolió verlo irse por su puerta.

Louis golpeó realmente fuerte a Eric, se fue del salón y subió a su cuarto. En menos de una hora, tenía en su maleta lila toda la ropa que pudo guardar, sus ahorros, la carta que le daba legalmente la entrada a su herencia y un poco de dinero robado de su madre. No se permitió llorar hasta que cruzó el umbral de su puerta y se alejó de aquella que fue su cada durante estos años.

Se mueve con pesar entre las calles y tiembla levemente cuando se nota solo. Sabe que no tiene a dónde ir. Sabe que la madre de Niall no puede recibirlo, aunque quisiera, por la llegada de los abuelos enfermos. Sabe, también, que no desea ver a Zayn por el momento. Algo en su corazón le dice que no traerá buenas cosas el hacerlo. Suspira con el dolor y la tristeza en la cara y camina hacia el centro de la ciudad. No sabe hacia dónde le dirigen sus pies, pero él sólo desea llegar a un lugar que sea seguro.

Las calles, poco a poco, empiezan a ponerse claras y opacas con la llegada del amanecer. Sus pies duelen, el alcohol en su cuerpo le inhibe cada vez más y su cuerpo le ruega porque descanse, que le permita recuperarse de las horas de esfuerzo, que necesita llorar y descargar todo lo que pesa en su ser. Está agotado, más que nada, siente su cuerpo frágil, torpe y con el peso de una cruz en su espalda. ¿Cuánto podría durar, antes de colapsar?

Sin mucho en mente, sus pies lo conducen hasta aquel conocido edificio. Louis mira la fachada con ojos agotados y vacilantes, sabe que necesita sus lentes para ver realmente el lugar, pero ha dejado sus lentillas en casa, a sabiendas de que no tenía dinero para mantenerlas y que, a partir de ese momento, debería usar sus lentes. Respira hondo y, contra su orgullo y voluntad, sube las escaleras y llega a la portería, sorprendido por el austero y elegante lugar que, noche tras noche, había imaginado.

​-Joven ¿Necesita algo?

​-S-si... Uhm, yo... ¿P-puede llamar al Señor Styles, por favor? Es-es muy urgente.

El portero duda. En sus años de trabajo, nunca había visto a aquel chico y, para suma, pedía por aquel joven que jamás recibía visitas masculinas si no era él quien las traía. No obstante, la visión del pequeño chico temblando, cargando con una pequeña maleta lila a la espalda y la cara constreñida de dolor fue más que suficiente para que su corazón le rogara por ayudar al chico.

Con agilidad, marcó al datafono del señor y explicó la situación, pidiendo el nombre del pequeño. Tan pronto como dijo que era Louis Tomlinson quien lo solicitaba, el hombre rogó porque lo llevara a su departamento y pidiera por algún domicilio para él. El hombre obedeció y, en adición, le dio al pequeño un té de manzanilla para mantenerlo calmo, aunque no había llorado en ningún segundo.

Por su parte, Harry se levantó de su cama con torpeza y corrió por el cuarto, intentando dejar todo en orden. Encendió la calefacción y puso la tetera, sin saber qué esperar de un Louis Tomlinson que rogaba por recibirlo.

Cuando abrió la puerta, se encontró con un pequeño chico de vista baja, con manos temblorosas, que sostenían un pequeño vasito lleno de té tibio. Harry, sin saber cómo proceder, le dejó entrar y cerró la puerta tras su cuerpo. Aunque lo deseaba, Louis no le permitió tomar su maleta y, en cambio, se abrazó a ella en cuanto se sentó en el sofá. Harry, bastante preocupado, tomó a Louis en brazos y lo subió a su regazo, lo que le causó al menos un deseo incontrolable de llorar y, sin mucho por hacer o decir, simplemente se hundió en sollozos contra el pecho ajeno, casi ahogándose en aquellos dolorosos alaridos que quemaban en su pecho, producto de las horas de contención y las malintencionadas palabras dirigidas a él.

Se estaba hundiendo fuertemente y, como no pudo hablar, hundió también a Harry, que los sotenía mientras lloraba y, sin saber cómo ayudarle, sólo le susurró una y otra vez que todo iba a estar bien y le juró, casi rogando, que él lo iba a cuidar y que, en sus brazos, nada malo podía pasarle.

Cuando toda la luz de la mañana se coló por las ventanas y Louis se sorprendió dormitando contra el calor de aquel adorado cuerpo, se dio cuenta de que, tal vez, las cosas podían mejorar un poco, con un poco de ayuda.

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Denle mucho amor a Valentina bebé.
AnchornRope
Gracias por esperar, de verdad que pasé por momentos muy malos en mi vida y de verdad que no tenía muchos ánimos de escribir. Pero en un momento de inspiración armé un cap y con ayuda de Valentina aquí esta, les amo bebés.
De verdad espero que sigan dándole amor a esta fic, comenten y voten bebés y si es posible recomiéndenla o algo así idk.

Recordatorio amistoso: no voy a dejar la fic sin terminar.

-Walker.