Super Mario: La Batalla Por El Reino

Capítulo 30: Un nuevo secuestro

Peach: oye Mario ¿quieres comer pastel?

Mario: ¿pastel?

Peach: sí, es un pastel que yo te hice antes de que llegaras de New donk con Donkey kong.

Mario: jaja enserio, entonces lo hiciste hace mucho.

Peach: sí pero ahí te lo tengo guardado especialmente para ti, hace mucho que no te hacía uno, y decidí hacertelo.

Mario: gracias mi princesa te amo demasiado.

Peach: yo también mi héroe.

Mario: vamos a comernos el pastel juntos en la habitación.

Peach: ok me parece bien, vamos (se besan).

Kinopio: siempre cuidala mucho Mario, ella y Daisy son como mis hijas, por favor no dejes que nadie le haga daño nunca, si algo les pasara a una de ellas 2 yo me volvería loco.

Mario: tranquilo maestro, tenga por seguro que así será, yo la protegeré con mi vida, y ese tal príncipe tiene mucha suerte de que nunca lo vi porque lo hubiera matado.

Kinopio: sí ese tipo era un imbécil, y yo quería que la princesa Peach se casara con el pero me di cuenta que así no son las cosas, y que bueno que llegaste tú a la vida de Peach.

Mario: es un milagro, su hija es una gran y hermosa mujer permitame decirlo.

Kinopio: jaja lo sé, ambos son buenos muchachos merecen ser felices, pero antes.

Peach: hay que acabar con todo esto.

Kinopio: así es.

Mario: y así será maestro.

Kinopio: bueno vayanse a dormir si quieren, yo si voy a dormir en un rato.

Peach: hasta mañana maestro lo quiero mucho (abraza a Kinopio).

Kinopio: hasta mañana hija que descansen.

Mario: adiós maestro.

Kinopio: adiós Mario hasta mañana.

Mario y Peach se fueron agarrados de la mano y Kinopio se quedó viendo las estrellas en el balcón...

Mientras que Kinopio estaba en el balcón, apareció Toad...

Kinopio: Toad ¿qué haces aquí??

Toad: nada iba a buscar algo de comer en la cocina.

Kinopio: ohh.

Toad: me alegra mucho que las princesas sean felices por fín.

Kinopio: jaja a mí más, por fín encontraron su felicidad.

Toad: en quien menos nos imaginábamos.

Kinopio: así es, tienes toda la razón...

Al día siguiente...

En la mina de Wario:

Waluigi: ¿ya te enteraste de que Mario salió libre??

Wario: ¡LO SÉ! ¡ese imbécil regresó y nos convenía que estuviera ahí, pero es que nosotros no podíamos hacer nada!

Waluigi: tenemos que vengarnos de ellos por hacernos perder tanto dinero.

Wario: tienes toda la razón, hay que darles una gran lección.