Recuerdos

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En un pequeño y maravilloso lugar del planeta, llamado República Dominicana, se desarrolla una historia de amor, engaños, sufrimiento y felicidad.

Carolaine: Recuerdo cuando éramos solo unos niños, la pasábamos tan bien, sin penas, ni conflictos, todo era risas y alegrías, era mi mejor amigo y mi gran amor, me estremezco al pensar esto, pero es solo un recuerdo, el cual debo olvidar porque me lleva a aquel fatal momento cuando me dejó sola sin una explicación, me duele recordar esto y pensar en él más.

Camino por el parque sumida en mis pensamientos, aparentando ser la persona más feliz y contenta del mundo, sabiendo que todo es una farsa. Salgo de mis ensueños cuando escucho una voz que ya conozco bien, es Richard mi prometido, es un chico rubio, de ojos claros y su cabello negro con un corte sofisticado y moderno. Debo confesar que no lo amo, pero, es muy cariñoso conmigo y siempre trata de hacerme reír, además de que es el chico más guapo de la oficina. Todas me miran con envidia por ser su novia, es extraño pero no me molestan sus miradas.

Jean: Estoy llegando a Paris, y recuerdo lo bien que la pasaba en mi antiguo hogar República Dominicana. Era tan feliz, aunque quiero engañarme pensando que este es el motivo de mi felicidad, la verdad es que recordarla a ella, sus ojos negros como azabache y su pelo riso tan perfecto, su piel morena bañada por el mar, solo de recordar la última vez que la vi, me dan ganas de abandonar todo esto y correr hacia ella para pedir una explicación.

De pronto un sonido irrumpe en mis pensamientos.

Es mi móvil último modelo y quien llama es mi madre, no quiero contestar pero decido hacerlo.

- Hola Madre – le contesto.

- Hola hijo, quiero que vengas a una fiesta que estoy organizando, para este fin de semana. –

- Es necesario- le respondo sin ganas.

- Te espero – me dice sin más y cuelga.

Espero que no sea otra de sus fiestas para conseguirme esposa – pienso.
Carolaine: He Pasado la tarde completa con Richard y a decir verdad, no la he pasado tan bien como lo hacía antes con Jean, me duele no poder disfrutar su compañía y darme cuenta que lo comparó con alguien que solo me traicionó y me olvidó como si nunca signifique nada para él, me duele aún más.
-Carolaine- me llama Richard con cara de preocupación.
-¿En qué piensas?- me pregunta.
Me quedo pensando qué responderle y al fin encuentro la manera de salir de ésta.
- me acordé de algo del trabajo- Miento.
-Richard: tranquila sé que vas a ganar ése caso, eres la mejor abogada de este país- me dice alentador.
-Gracias- le respondo.
Aunque le mentí, sus palabras me alientan ya que en mí trabajo trato de que todo salga bien al defender la verdad.
Al llegar a casa no puedo dejar de pensar en cómo me convertí en quién soy. Llegan los recuerdos de cuando salí decidida a cumplir mis sueños de ser una gran abogada y también lo mal que la estaba pasando, no aguanté más humillación, quería olvidar, dejar el pasado atrás y darme una oportunidad de triunfar por mí misma. Lo logré no y ahora soy una de las mejores abogadas de mí país.
Busco consuelo en mí cama, pero no puedo dejar de pensar en el tiempo que tengo sin ver a Jean, sus ojos esmeralda, que invitan a vivir , su cabello rubio perfectamente arreglado, su sonrisa cautivadora y su piel tan suave y blanca, que me hace amarlo y me miento al pensar que detesto pensar en él.

MURALLA PARA NO AMARTE MAS.Where stories live. Discover now