Me emocione al ver mi casa, le hice saber al chico que ya habia llegado y obviamente darle las gracias o sino ahora estarian vendiendo mis órganos por internet, ahre.
—¡Llegué gente!—Grité al llegar.
—Te perdiste—Más que pregunta sonaba a una afirmación, ysi.
—Obviamente mami—Ella me miro reprocharte pero no le di bolilla.
—Siempre lo mismo, Matilde—Eso no es verdad, no siempre perdía.—Sí, si lo haces.
—¿Lees la menta o que onda?—Caminé hasta la cocina, tenía un hambre pero seguro aun estaba vacia la heladera.
—Te conozco Matilde—Me crucé de brazos, en ese momento me llegó un recuerdo.
—Un pibe que es re mexicano me ayudo a regresar, si su familia es narco mala mia por que sabe donde vivimos—Sonreí inocente.
—¿Como el se llama el chico?—Me cagó, ahre.
—Ni yuta idea pero el su perro se llama Dante...—Me callo en ese momento al chocar con una silla.
—Nunca vas a cambias vos—Juraba que ese silla no estaba en ese lugar, no es torpeza bueno sí.
—Creó que se llama Gabriel...—Negué al nombre que habia dicho, estaba segura de que era otro nombre, ya fue, ponele que el pibe se llama así.
Subí las escaleras normal por que me canse de correr, fui a mi pieza directamente a acostarme en mi cama cual de media plaza. No había televisión pero abajo sí pero alta paja bajar otra vez por lo que me quede en mi cama mirando el techo hasta que sentía mis parpados pesados hasta que los cerre, de poco veía imagenes, veía en mi sueño a Gabriel.
Desperté por un ruido insoportable que provenía de la ventana, intentaba ignorarlo pero ya fue, estoy despierta. Salí de la cama para abrir la ventana ya que cerca de ese punto se escuchaba los ruidos, en ese momento una piedra cae en mi ojo.
—¡La yuta madre!—Me lleve la mano a mi ojo cual estaba lagrimiando.
—¡Perdón!—Gritó una persona, me acerqué a la ventana para ver al mismo chico de ayer.
—¡La concha de tu madre Mikey!—Le tiré la piedra de vuelta, este se corrió un poco con una sonrisa nerviosa.
—¡Es Miguel!—Ya me estaba calentando, seguro viene a buscar mis órganos, ahre.
—¿Que haces aca?—Desde aca se notaba su nerviosismo.
—Q-queria invitarte a salir...—Miro el piso, yo me apoye el la ventana. Como le dije a mi vieja, su familia podía ser narcotraficante o trabajar en un mercado negro pero ya fue, ¿porque no ir con un desconocido a quien sabe donde?
—¡Ya voy!—Cerré la ventana para mirarme al espejo, me veía igual de pelotuda, ahre.
Me acerqué al placar para sacar algo de ropa, saqué un pantalón adidas negro y me puse un buzo violeta aún que hiciera un calor de yuta madre. Me solté el pelo cual estaba re desordenado pero daba igual, lo deje así. Baje las escaleras corriendo directo a la puerta pero estaba cerrada con llave.
—¿A donde vas Matilde?—Preguntó mi viejo cual recién llegaba de las compras, ahora si debia esta llena la heladera pero comería después si vivía.
—Voy a salir con Mikey, un pibe quien me tiro una piedra en el ojo pero es bueno onda—Conteste a lo que le me dio las llaves.
—Volves temprano—Asentí mientras me acercaba a la puerta.
—Sí, todo tranquilo—Salí de la casa encontrándome con Mikey.
—Hola Matilde—Levanto mis manos haciendo el signo de la paz, ahre.
—Hola Mikey, alta guitarra tenes—Lleve mi mano a su guitarra blanca algo desgastada.
—Gracias, mi nombre es Miguel—Me crucé de brazos.—¿quieres escuchar una canción?
—Dale—Llevó sus dedos a las cuerdas empezando a tocar, después siguió cantando.
—¿Te gusto?—Pregunto al terminar la canción, era un extraño estilo de música para mi pero estaba buena, ahre.
—No se, ahre—Su sonrisa se borró.
—No te gu-gusto—Negué rápidamente.
—Sí me gustas, digo si me gusta la canción—Sonrió, con mis manos hago un corazón a lo que el ríe.
—Matilde, te quiero mostrar algo—Incliné mi cabeza, me preguntaba que iba a mostrarme.
—¿Ah?—El sonrió.
—No malpienses—Contesto para agarrarme del brazo y jalarlo.
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Guitarrista | Miguel Rivera.
FanfictionEn la aventura de Miguel la acompañaba Matilde rosas, una chica que no tomaba la situación en serio por lo que algunas veces frustraria a Miguel en medio de su aventura. © 2017