Guitarrista | Miguel Rivera.

Trois.

Mikey era totalmente extraño, a escondidas habíamos entrado a un cementerio para entrar a lo que sería una tumba, después dicen que yo soy la loca.

—¿Querías mostrarme una tumba?—Pregunte con una media sonrisa.

—No cualquier tumba, es la de Ernesto de la cruz—Hice una sonrisa de emoción.

—¡Ni idea quién es!—El me miro mal mientras me reía, el me explicó que era un cantante conocido.

—Aja, que hacemos aca—Mikey bufó.

—Tocaré la guitarra—Que iba a hacer que, no se de la ley pero creó que esto es re ilegal.

—¿Vas a robar la guitarra? Éstas loco, Mikey—Me crucé de brazos mostrandome en desacuerdo con su gran idea.

—Solo la tomare prestada—Ja, el muerto le prestara la guitarra como no.

—No te ayudare, me re niego—Me di la vuelta caminó a la puerta.

—Por favor Matilde...—Su mano toco mi brazo, me solté de su agarré.

—Lo no haré—Mí mano toco la perilla pero antes volteo a verlo.

—Mati...—Sus ojos, la mirada de súplica.

—Tomalo con cuidado—El agarró la guitarra, apreciandola un poco.

—Asombroso—Dijo a lo que me acerqué a tocarla, juraba que podia ver mi reflejo al igual que el de Mikey.

Me alejé un poco de él, Mikey puso la guitarra en posición para tocarla, al hacerlo los petalos nos cubrieron a los dos. En ese momento escuchamos el grito de lo que parecía ser la gorra, Mikey agarró mi mano para escondernos pero no funcionó pero no sabía por que, no nos había visto. Me estampe contra la pared al ver como el policía atravesaba a Mikey, no jodas la guitarra lo convirtió en un Fanstama, entonces también también soy una o ya lo hubiera atravesado. Miguel se acerco a mi para agarrarme del brazo, salimos corriendo y gente nos atravesaba, no chabon soy un fantasma. Miramos nuestro alrededor, veía colores y ¿esqueletos?

—Debí seguir diciendo que no—Me caí de la impresión.