Parte 1: Ruptura

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"My love,he doesn't love
so i tell myself..."

  Dualipa - New rules  


Yugyeom sollozaba inconsolable sobre el regazo de Jinyoung. El mayor le frotaba la espalda y le repetía un millón de veces que se detuviera, que no valía la pena derramar mas lágrimas por algo tan tonto como el amor, porque así era Jinyoung, aun en los momentos difíciles seguía siendo un completo idiota. Pero esa era la razón por la que su amistad con Yugyeom era tan grande: aunque les gustara molestarse mutuamente nunca dejarían al otro abajo.

—Yug, detente. Ya deja de llorar que no vale la pena. Mereces algo mejor —le repitió Jinyoung fastidiado.

Yugyeom llevaba cerca de veinte minutos llorando a lágrima suelta y no paraba ni siquiera para respirar. Era una escena dolorosa para ambos, aunque el mayor no lo expresara.

—N-no, hyung. T-tu no en-tiendes lo que du- duele —se lamentó entrecortándolo con sollozos y sorbidas de nariz.

Jinyoung le pasó un pañuelo y el menor lo utilizó causando un fuerte sonido.

—Quizas no lo entienda, pero estoy seguro que le estás dando demasiada importancia —agregó Jinyoung.

El chico estaba sufriendo, quizás exageradamente para algo tan insignificante.

Había cosas mas dolorosas que el terminar con alguien, Jinyoung lo tenía claro. Hizo una lista mental de cosas que en verdad le causaron dolor en un pasado: la vez que se rompió una pierna en un partido de futból, la vez que se cortó intentando cocinar por primera vez, la vez que su vecino lo atropelló con su bicicleta, todas las veces que el imbécil de Jaebum lo golpeaba en la primaria, la vez que se enteró que su hermano... Dejó la idea a medias.

Había muchas cosas dolorosas en el mundo, no necesitaban agregar más.

—L-lo amo, hyung —sorbió nuevamente y se abrazó mas a Jinyoung, ocultando su rostro lacrimógeno en el vientre del mayor—. L-lo necesito.

Jinyoung le abrazó de vuelta y acarició su cabello por varios minutos, minutos que se sintieron horas.

Yugyeom siguió llorando abrazado de él hasta que no le quedaron mas lágrimas que expulsar y cayó dormido. Jinyoung, como pudo, lo llevó hacia su cama y lo recostó en ella tratando de no despertarlo pero el gran cuerpo de yugyeom era un desafío para los brazos poco ejercitados del mayor.

Ya una vez lo logró, lo cubrió con la colcha para que no pasara frío.

Seguramente mañana por la mañana estaría mas tranquilo y pensaría con mayo claridad. Eso quería pensar Jinyoung.

Se dispuso a salir y dejarlo descansar pero la voz quebrada y lenta de su amigo lo regresó a su sitio.

—¿P-puedes quedarte? —pidió Yugyeom—. Por favor.

Jinyoung bufó internamente. No podía negarse.

Yugyeom se recorrió en el colchón y Jinyoung se recostó a su lado.

—Gracias hyung.

El menor esbozó algo parecido a una pequeña sonrisa, aunque era una mueca difícil de descifrar.

Jinyoung volvió a acariciarle el cabello, más que para hacerlo dormir lo hacia porque era algo que lo tranquilizaba. Su cabello rubio era muy suave y siempre olía a melón. A jinyoung le gustaba.

Sin darse cuenta, el tiempo pasó rápido y ambos cayeron dormidos. Por suerte era sábado y podían dormir sin ningún apuro para en la mañana siguiente.


Jinyoung despertó cuando el sonido de una secadora de cabello perturbó su descanso. Para nada una agradable forma de comenzar el día.

Sentía un dolor en el hombro por haber dormido en una posición anormal durante... ¡casi doce horas!

Jinyoung miró el reloj despertador de Yugyeom sin creérselo. Habían dormido mucho tiempo. Era casi mediodía del sábado y él seguía en la cama.

Yugyeom estaba secando su cabello con la máquina infernal. Aparentemente había tomado un baño puesto que llevaba una toalla alrededor de su cintura solamente.

Jinyoung deseó que su amigo no fuera tan neurótico con lo que respecta al cuidado capilar y que, como una persona normal, se peinara en un tiempo aceptable. Pero no, yugyeom lo torturó con la secadora por casi veinte minutos.

El mayor se cubrió la cara con la almohada. Finalmente, la tortura cesó y sus oídos descansaron, pero no tardó en que Yugyeom le quitara la almohada de encima y lo empujara hasta el baño para que tomara una ducha.

—Apresúrate, que es tarde —lo presionó.

Jinyoung lo hizo a regañadientes.

Cuando salió, Yugyeom ya estaba cambiado y listo para salir. Estaba jugando con su móvil en lo que su hyung se alistaba.

—Puedes tomar la ropa que gustes, todo está en el armario —dijo y apuntó con un movimiento de cabeza al gran armario de madera en la habitación.

Jinyoung tomó lo que creyó se le vería bien. No era una persona que le gustara vestirse mal, pero no lo hacía para que los demás lo notaran. Simplemente, se vestía para el mismo.

—¿Qué haremos hoy? —preguntó Jinyoung. El menor dejó su teléfono a un lado y miró a su amigo.

—Te ves bien —dijo. Ambos sonrieron—. Bajemos a comer algo. Tengo hambre.

El estómago de Jinyoung gruñó a la mención de alimento y no dudó ni un segundo en seguir a Yugyeom escaleras abajo.

I Got (7) New RulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora