Actualidad.
Bree
El olor a sudor, los gritos, los festejos, los insultos, la ropa diminuta en las pocas mujeres presentes, pequeños detalles que caracterizan las peleas underground. La primera vez que fui a una pelea sentía nervios, miedo, iría tan lejos como decir pánico. No encajaba en ese lugar. Con cada pelea ese miedo y nervios se transformaron en algo totalmente distinto. No, las peleas no son mi lugar favorito en el mundo. Pero si logre disfrutar de verlas, a pesar de que sea difícil ver a tu única familia subir a una especie de ring y recibir golpe tras golpe. Supongo que cuando esa persona gana todas las peleas que presenciaste, o sea todas las peleas que realizo, el miedo disminuye. Fiel a mi promesa Beckson nunca peleo sin mi a su lado, viéndolo y apoyándolo. Y fiel a su promesa él me dio la mitad de sus ganancias de cada una de ellas.
Beckson es mucho más fuerte y rápido de lo que le daba crédito de ser. En su primera pelea gana con solo treinta segundos de acción. Con el pasar del tiempo su entrenamiento mejoro, la mayor parte del tiempo durante ese año la paso dentro del Gym, conmigo a su lado haciendo apoyo moral. Otra cosa en la que ambos mejoramos desde esa primer pelea? A manejar el ambiente. Aprendimos quienes eran la gente importante, con quienes no había que meterse. Como tratar al público, cuando y cuanto apostar. Como salir, como movernos.
Nuestro procedimiento siempre es el mismo. Beck recibe un llamado con la información con unas pocas horas de anticipación. Luego me llama a mi, me pasa a buscar en su moto y juntos vamos al lugar donde se realizara. Una vez allí observamos todos los perímetros del lugar. Salidas de emergencias, rutas de escape. Más de una ocasión tuvimos que hacer uso de dicha información, cuando sos parte de algo ilegal y que evoca tanta gente peligrosa, tanta violencia, plata, y gritos, las chances de que se generen peleas, disturbios o que la policía aparezca son enormes.
Después de eso, Beckson comienza su entrada en calor con mi ayuda, que mayormente es darle agua y tips que recolecte de vídeos online de su oponente. Acto seguido la acción comienza. Beckson sube al ring, yo miro desde un costado. Y luego festejamos su triunfo.
Está pelea no es diferente. Observo como Beck da una vuelta de 180 grados en su lugar con su mano en alto. Muchos gritan celebrando, muchos otros se quejan. Un paramedico corre a revisar a su oponente, que ahora yace en el piso inmóvil. Beck mira a su alrededor y cuando sus ojos se centran en los míos su sonrisa deja de ser la egocéntrica y premedita, y pasa a ser una sonrisa real.
Si bien todo comenzó como una vía de escape, y nuestra única opción para sobrevivir, no se puede negar que Beck disfruta cada segundo entrenando y cada una de sus peleas. Cualquier persona que lo vea ve a un peleador. Alto, con músculos macizos bien trabajados, una pequeña cicatriz en el costado de su labio, una mirada penetrante y dura, una mandíbula bien marcada. Silencioso, con mucha confianza en si mismo, con todos sus movimientos calculados y precisos.
Pero pocas personas lo conocen en serio, sin ir más lejos creo que puedo decir con total confianza que soy la única que lo conoce por quien es. La única que ve detrás de la fachada del chico invencible, el peleador, la maquina de dar golpes. La única que no lo asocia con un ring y muchos signos de dólar.
Beck baja del ring, y como hace desde su primer victoria, corre hacia donde estoy yo y me envuelve en sus brazos. Su frente toca la mía mientras le devuelvo la sonrisa.
" Felicitaciones, Cageman!"
Cageman es el apodo que le dieron en el ring en su primera pelea, cuando la gente lo vio entrar todos se rieron en su cara. Un pequeño adolescente queriendo enfrentarse a un hombre. Pero su poca fe en él y sus burlas se acabaron cuando veinte minutos más tarde, con sangre seca en sus nudillos levanto su brazo sonriendo en mi dirección. La bestia enjaulada, que sale a la luz solo dentro del ring, esa fue la descripción de Adam, el hombre que relata y organiza la mayor parte de estos eventos.
"Es gracias vos, lucky charm."
Me da un beso en el costado de mi cabeza, luego toma mi mano y juntos caminamos hacia la parte de atrás del edificio donde se va a cambiar y esperar que Adam le de su parte del dinero.
Una vez que nos vamos de allí, Beck nos lleva a Pennys.
"Mis dos B favoritos! Pasen, pasen. Su mesa esta libre. " Wren el dueño del lugar nos saluda.
Otra de nuestras tradiciones es que luego de cada pelea ambos nos sentamos a cenar en el pequeño restaurante de comida rápida para celebrar otra victoria.
Hamburguesas, papas, helado. Siempre el mismo menú. El cual siempre fantaseaba con saborear cuando era chica. Cuando mi papá seguía vivo me traía a Pennys todos los miércoles por la noche. Me pedía una hamburguesa con papas, y mientras comía mi helado mi papá hacia sus negocios con sus clientes en la mesa de al lado.
Si, mi papá no era un buen hombre. Pero si era un buen padre. Por eso cuando murió Pennys fue una de las muchas cosas que extrañaba de mi vida. Y no fue hasta que Beck convenció a su padre de traernos aquí para mi cumpleaños número seis que se convirtió en nuestro lugar favorito para comer. Una de las muchas cosas que Beckson me devolvió de mi padre. Además de la alegría y las sonrisas. Y las más importantes de todas una familia y amor.
beckson
Cuando empece a pelear tenía solo un objetivo ayudar a mi familia. Tanto a Bree como a mi papá. Entrene todos los días durante tres semanas para prepararme para mi primer pelea. Me acuerdo llegar ahí cagarme del miedo, metafóricamente hablando. Pero todo lo que tuve que hacer fue mirar a Bree. Eso fue todo lo que necesito para recordarme porque hacía esto, porque estaba allí, que tenía para perder. Si bien Bree sabe la mayor parte de los detalles de como funcionan este tipo de peleas hay un pequeño detalle que desconoce. Cuando uno se presenta la pelea gana 200 dólares por ello. Si perdes eso es todo lo que te llevas. Si ganas te llevas 1000 dólares por cada 100 personas presentes en la pelea. Pero lo que hace al gran negocio son las apuestas. Porque cada pelea que haces apostas contra tu oponente. El que pierde debe duplicar las ganancias del ganador. Y además podes apostar por vos mismo. Si sos realmente confiado en tus habilidades, como yo, no perdes la oportunidad de triplicar tus ganancias y apostas todo lo que vas a ganar. Por lo que si perdes... Bueno digamos que perder nunca fue una opción.
Cada pelea que participe en estos tres años me sirvió para conocer mis movimientos, y mi modo de funcionamiento ante esa circunstancia. Cuanto más aprendes de vos, cuanto más escuchas a tu cuerpo mejor va a ser el resultado. Todos creen que lo más importante es conocer a tu oponente. Y si bien es una parte esencial, no es lo que te lleva a ganar.
Mis motivos ahora son los mismos, si, peleo por Bree y por mi papá. Bree logro entrar en la universidad con media beca, pero todo lo que está no cubre es un regalo de mi parte. Bueno en parte se lo gano ella misma, por estar en todas mis peleas aunque este ocupada, tenga planes, finales, siempre deja todo y esta ahí sosteniendo mi mano. Y mi padre ahora retirado de su empleo, no tiene una pensión lo suficiente grande como para mantenerse. Y por supuesto luego están los gastos de mi comida, mi casa y mi entrenamiento.
Pero nuevo motivo es la pasión y satisfacción que el ring me da. Poder pelear, soltarme por unos breves minutos, ser aclamado. Ganar. El poder de cada victoria, la adrenalina de cada pelea. Pero con tanto poder y reconocimiento siempre vienen sus consecuencias. Uno no puede ganar sin perder algo a cambio.
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Fighting for you
Teen FictionBree Tanner es una chica de un pequeño pueblo en el estado de Texas. Siendo su hogar una pequeña casa-trailer en la peor parte del pueblo, con una madre drogadicta y un padre estafador que falleció cuando ella tenía tan solo tres años, conseguir ami...