Capitulo 3.

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Miró a su alrededor, estaba completamente desorientado, nunca había visto tantos colores y formas todo junto en un mismo espacio, alzo sus manos frente a su rostro e hizo una mueca, simplemente veía negro, todo era negro sobre un fondo de color. Estaba asustado, nunca había estado tan asustado en su vida. Comenzó a correr en busca de una salida, pero todo aquello parecía un laberinto, un laberinto que cambiaba de lugar.  Dio vuelta en una esquina entre dos paredes negras, tan negras como el carbón, tan negras como sus manos, negras como el mismo allí en aquel extraño lugar y se dio cuenta de que había vuelto al principio. 

- Qué demonios… - Comenzó a mirar a su alrededor. – ¿Hola? ¿Mamá? – Gritó. Lo último que podía recordar era que estaba en su casa, en su habitación, ahora estaba en algún lugar completamente distinto.

Si hubiera buscado una forma sencilla para describir ese lugar, hubiera dicho que estaba en algún set de alguna película de ciencia ficción o terror, con todas esas sombras a su alrededor, esas cosas que parecían arboles, el laberinto y el ambiente un poco irreal y lleno de colores que lo rodeaba, un fondo de color y un dibujo solo en negro, eso lo era todo. La extrañeza de aquel espacio le aterraba, el simple hecho de ver a su alrededor lo aterraba pero al mismo tiempo algo había allí que le parecía familiar.  Continuó caminando hasta que pudo oír la voz de su madre llamándolo.

- ¿Jeremiah cielo, estas en casa? – Su corazón se aceleró levemente, nunca hubiera pensado que oír la voz de su madre lo reconfortaría tanto. Podía ser que nunca fueran cercanos, o que él no fuera muy apegado a ella, pero de todas formas, escucharla era reconfortante.

- ¿Mamá? ¡Mamá aquí estoy, mamá! –Comenzó a gritar, no hubo respuesta. Se adentró nuevamente en aquel laberinto, el cual como al principio había cambiado, ahora simplemente parecía una entrada a la nada.

Frotó su cara con sus manos y mordió su labio, estaba soñando, no podía haber otra explicación a eso, era una simple pesadilla y todo volvería a la normalidad a penas despertara. Suspiró y se sentó en el suelo, volvió a escuchar a su madre cantando bajito en alguna parte, miró a su alrededor. Nada. Volvió a ponerse de pie y empezó a andar, de pronto su madre estaba frente a él mirando pensativamente.

- ¡Madre! – Ella ni se inmutó y continuó caminando. ¿Es que no lo veía? La siguió. – Mamá mírame, ¡mírame! – Un suspiro se escuchó a su lado.

- ¿Es triste no? – La silueta de alguien, tan negra como todas las sombras de ahí estaba de pie a su lado, podría haber dicho que tenía los brazos cruzados, no estaba seguro. Jeremiah lo miró un instante desconcertado. 

- ¿Tu quién eres? ¿Me ves? – Preguntó esperanzado. 

- Claro que te veo. – Su voz era profunda y tenía un tinte misterioso.

- ¿Por qué ella no me ve? – Se volteó en dirección a su madre.

- ¿Realmente no lo comprendes? – Comenzó a reír. Su risa, algo había en su risa, entonces Jeremiah comprendió.

- Tu… ¡Tu! ¿Quién demonios eres tú? – se alteró. La risa de sus sueños, la voz de sus sueños, era él.

- Me entristece que no recuerdes, Jeremiah. Yo a ti te recuerdo muy bien.

- ¿Me conoces? 

- Solía hacerlo.

- ¿Cuándo? 

- Hace mucho, Jeremiah.

- ¿Por qué no me dices quien eres?

- Espero a que tú recuerdes.

- Pero…

- Haces muchas preguntas.

- Tengo muchas dudas.  – Murmuró.

- Comprendo.

- Dónde… ¿Dónde estamos? – Miró a su alrededor nuevamente.

- ¿Tampoco recuerdas este lugar? –Eso hizo que la cabeza de Jeremiah diera más vueltas, ¿Recordar ese lugar? ¿Recordarlo a él? ¿Qué demonios pasaba? – Supongo que no… bueno. – Río levemente. – Bienvenido a tu propio limbo.

- Limbo… - Repitió Jeremiah en voz baja.

- Exacto, limbo.

- Pero el limbo es, el limbo es un lugar donde se supone hay almas, donde se va después de morir, aquí no hay nada más que sombras y tu. – Lo miró, le hubiera gustado ver su rostro, su expresión, ver al menos la mínima cosa.

- Está tu alma y la mía. – Su alma y la de él, no podía ser, su corazón se aceleró, o el creería que se aceleraba, claro, si es que pudiera sentirlo hubiera sido así, pero no lo sentía.

- ¿Estoy…estoy muerto?

- Algo así.

Are you still alone?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora