I'm not a Crazy Kid © | Ninjago AU | [EDITANDO]

Capítulo 4: Buena obra del día

POV Lloyd

Desde aquella noche en la que vi al dueño original de Cryptor desvanecerse cuando dije que le haría un favor, me hizo pensar en que cosas podría dejar yo pendientes como para volverme un fantasma, creo que si... El de Chris era decirles a sus padres que no fue culpa de ellos su repentina muerte, y también que los quería mucho, quería que ellos supieran eso para finalmente descansar.

A la mañana siguiente me desperté muy temprano, apenas podía verse algo de luz en mi habitación, cuando volteé a mi izquierda pude ver al Nindroide tal y como lo dejé.

— Me gustaba mirar por la ventana en las mañanas. — Habló una voz por lo que cuando volteé a una de las esquinas de mi habitación ahí estaba Chris sentado de piernas cruzadas en el suelo, viendo hacía la ventana.

— A-ah, Chris... Creí que te habías ido... — Hablé un poco asustado.

— Aún no, no hasta que hayas hecho lo que te pedí, y... Quería que dijeras algo en específico... — Habló apenado. — Por lo que te acompañaré cuando hables con ellos. —

— Oh... Está bien. — Sonreí.

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— ¿Y si me juzgan loco y ya no vuelven a dejarme jugar con Zane? — Cuestioné al fantasma el cuál había vestido un impermeable amarillo como el mío, no llovía, pero mamá me había dicho que lo usara por si lo hacia, en la madrugada lo había hecho y aún seguía nublado.

— Por eso voy contigo, te diré que cosas puedes decir para que te crean, así sabrán que no mientes y que realmente soy yo. — Habló con una sonrisa de oreja a oreja.

— Bueno... Si tu lo dices. — Cuando llegamos a la casa de Zane -la cual quedaba a cinco casas de la mía- toqué el timbre por lo que me quedé esperando a que abrieran la puerta hasta que lo hicieron, era Zane.

— ¡Zane! — Dijo el fantasma el cual solo yo escuché.

— Hola Zane. — Saludé.

— Hola Lloyd. — Me devolvió la sonrisa. — Pasa. —

— Gracias. Oye, hay... Algo que quiero decirte, p-pero no te enojes. — Me bajé la capucha del impermeable.

— ¿Qué cosa es? — Cuestionó el rubio frente a mí, su hermano fantasma quería abrazarlo, incluso trató de tomar su mano pero lo traspasaba, aún llegó a darle un escalofrío a Zane.

— E-es... Sobre los escalofríos que te acaban de dar. — Hablé sin saber que decir.

— ¿Sobre mi escalofrío? — Cuestionó sin entender.

— Sí, te dieron porque... Te acaba de tocar un fantasma. — Realmente sonaba como un loco.

— ¡¿Q-qué?! ¡¿Fantasma?! — Exclamó pegándose a mí. — ¡Lloyd, tengo miedo! —

— No, no, tranquilo, no es malo, de hecho, te conoce y... Tiene algo que decirte. — El rubio comenzó a apartarse de mí para mirarme mejor.

— ¿Me conoce? ¿Cómo? — Preguntó.

— Zane... — Suspiré. — Te conoce porque es tu hermano... Es Chris. — Saqué de mi bolsillo el juguete del niño a mi lado. Zane sólo abrió los ojos como platos. — Quiere decirte algo y... También a tus padres. —

— ¿C-chris? — Cuestionó al borde de las lágrimas.

— Es un fantasma, y no se puede ir hasta que... Les diga a tus padres y a ti lo que quiere decir. — Me encogí de hombros.