Twelfth gaze

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No sé supe cómo reaccionar, no le seguí el beso. Cuando él se separó fijó su mirada en mí.

- Mierda... Escucha, yo...

Aquel dolor de cabeza que había tenido hace meses volvió a mí de una manera insoportable que no me dejaba pensar. Lo único que hice fue sentirme impotente porque estaba segura de lo que iba a pasar inevitablemente en dos años.

Realmente estaba en shock. Kurt Cobain me acababa de besar y yo lo único que hice fue empujarle y salir corriendo de allí.

- ¡Espera!

Ignoré su voz aunque estando ya en la calle le seguía oyendo. La cabeza me iba a explotar y recuerdo haber llegado hasta la esquina de un callejón cuando me desplomé. Lo siguiente que recuerdo es despertar en el hospital.

Desperté tosiendo y con la boca muy seca. Lo primero que vi al abrir los ojos fue a Kurt sentado en una silla con los codos apoyados sobre la camilla y su cara hundida en sus manos. Al oírme toser se sobresaltó y me miró fijamente.

- ¿Cómo te encuentras? -susurró con una voz ronca.

- Bien. -musité.

No estaba bien. No entendía nada. No entendía por qué él me estuvo buscando después de haber pasado únicamente una noche borrachos. No entendía por qué dejó a Courtney por mi culpa, o al menos eso es lo que Alice me dio a entender. Sólo sabía que no pertenecía a aquel lugar y que cada día lo tenía más claro.

- Narel yo... Escucha, lo siento, no debí haber hecho eso.

- No te preocupes. -le aparté la mirada.

- Mírame.

Respiré hondo haciendo que no escuché nada.

- Narel por favor, mírame.-lo hice- Necesito hablar contigo.

- No hay nada que hablar Kurt.

- ¿Por qué has estado evitándome todo este tiempo? Sé que le decías a Dave que no me dijera nada sobre ti.

- Porque es lo que tengo que hacer.

- ¿Por qué dices eso?

- Porque es la verdad. Yo no pinto nada aquí. -comencé a ponerme nerviosa y a alzar el tono de voz- ¡No valgo para nada! ¡No voy a poder evitar que te pegues un tiro!

- ¿De qué coño estás hablando?

Fui consciente de lo que acababa de decir y me puse a llorar.

- De que no vas a pensar en nada ni en nadie y te vas a pegar un puto tiro por la boca.

- Jamás haría eso.

- ¡No me digas que no cuando el mundo entero sabe que sí!

- ¿Pero qué me estás contando?

El hecho de estar llorando e intentando respirar y que Kurt no me creyese me ponía más histérica e incapaz de controlarme.

- ¡Porque vengo del jodido 2017 y sé que te suicidaste en abril del 94! ¡Por eso vine! ¡Por ti! ¡Porque quería salvarte, pero ni siquiera fui capaz de mantenerme al margen de ti! ¡He hecho que Frances no nazca!

- ¿Frances?

- ¡Tu hija! Se supone que en agosto de este año tienes una hija con Courtney, joder.

Kurt comenzó a reírse aún más.

- Está bien Narel, creo que se han pasado un huevo con el calmante que te dieron para el dolor de cabeza.

- Kurt, por favor, lo que te estoy diciendo va totalmente en serio.

Él volvió a clavar sus ojos en los míos y paró de reírse al ver que yo hablaba totalmente en serio.

- Es imposible.

- Te juro que no lo es. -sollocé- Acércame la mochila negra.

Kurt, aún confuso se levantó y se acercó hasta una silla que estaba en la otra parte de la habitación donde estaba la ropa con la que salí corriendo y una pequeña mochila negra en la que guardaba cosas como la cartera y el móvil. Cuando la cogió volvió a tomar su posición anterior y me la cedió.

Abrí y rebusqué hasta que encontré el móvil y lo saqué.

- ¿Qué es eso?

- Es un móvil del 2017. -dije aún llorando un poco.

Se lo dejé y lo cogió cuidado para comenzar a observarlo con cuidado. Lo sostenía como si fuese una bomba que pudiera estallar en cualquier momento.

- Pero qué cojones... -susurró.

- Déjame salvarte Kurt.

Malditos 90s · K.C.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora