Malditos 90s · K.C.

Fourteenth birthday

N/A: Quiero agradecer todos las lecturas, votos y comentarios que dejáis porque hacéis esto posible. Espero que disfrutéis de los pocos capítulos que quedan <3

20 de febrero de 1993

Kurt cumplía veintiséis años. Yo siempre había querido vivir uno de sus cumpleaños, quiero decir, siempre me había preguntado cómo los celebraba y al fin tuve la oportunidad.

En octubre, un par de meses después de que saliese del hospital y retomase vida normal junto a Alice, él insistió en que me fuese a su casa a vivir definitivamente. La verdad es que desde el día en el que me ingresaron, Kurt no volvió a besarme y se comportaba como si fuese un amigo más. No me malinterpretes Audrey, no quiero decir que no me gustase aquello, todo lo contrario. Tener como amigo a Kurt Cobain nunca pensé que fuese tan bueno. Era una persona a la que le podía contar cualquier cosa, que él siempre me escuchaba callado hasta que terminase de hablar. Siempre que me desahogaba con él jamás me interrumpió y siempre me dijo la verdad y no lo que a mí me gustaría oír. Era una persona con la que podías emborracharte y pasar la noche pintando las paredes del salón, que él era el primero en participar y en animarte a que lo hicieras. Era un artista, Audrey. Era una persona jodidamente creativa mucho más allá del mundo de la música.

No te voy a negar que en más de una ocasión tuve que aguantar las ganas de besarle, especialmente cuando terminaba de enseñarme una nueva canción recién compuesta y se quedaba mirándome fijamente a los ojos, o cuando él lloraba por las noches mientras se repetía una y otra vez que no valía para nada porque se veía incapaz de dejar la droga.

Pero yo confié en él, yo estaba segura de que lo conseguiría y así fue, por lo menos durante un tiempo. Para febrero del 93, Kurt llevaba dos semanas completamente limpio y los síntomas de la abstinencia iban desapareciendo poco a poco. Él empezaba a sentirse más vivo y estaba orgullosa de él.

- ¡Buenos días! -grité abalanzándome sobre él, que seguía durmiendo en su cama de matrimonio.

A pesar de que Kurt y yo viviésemos juntos, cada uno dormía en una habitación aunque cada noche teníamos ganas de entrar en la habitación del otro y abrazarnos hasta quedarnos dormidos.

- No. -gruñó aún con los ojos cerrados y dándose media vuelta.

- ¡Felicidades, felicidades, felicidades! -grité mientras le zarandeaba.

Kurt soltó una pequeña risa y su sonrisa era visible a través de su pelo, el cual le cubría prácticamente toda la cara.

De pronto, sacó uno de sus brazos que se agarró firmemente a mi cintura y me empujó sobre él.

- Muchas gracias. -susurró.

Le quité los mechones de la cara y él abrió los ojos, los cuales brillaban demasiado. Él se acercó y besó mi mejilla.

Eres jodidamente adorable, pensé.

Kurt seguía mirándome fijamente y de pronto sonrió.

- ¿Qué ocurre? -dije.

- Que sigo sin asumir lo afortunado que soy.

- ¿Afortunado por qué?

- Por tenerte.

- No digas tonterías.

- No son tonterías Narel. Has dejado atrás todo. Tu vida, la tecnología, todo... Y sólo por mí, por venir a salvarme. Es increíble que alguien se preocupe por mí de esa forma, ¿sabes? Es jodidamente increíble que... lo hayas dado todo por mí.

- Y lo volvería a hacer mil veces mas Kurt. Estás haciendo que viva lo mejor de mi vida. Conozco la vida sin ti, ya lo sabes, y no me gustaba para nada tener únicamente fotos, vídeos y canciones tuyas que sabía que llegaría un día que ya no habría ninguna más... Y ahora te tengo aquí, estás frente a mí, estás vivo y...-me emocioné rápidamente y comencé a llorar- Lo siento, es que me hace mucha ilusión todo esto, he soñado mil veces con esto y tenía asumido que jamás iba a ver a Nirvana en concierto y ahora no sólo tengo eso, sino que te tengo aquí conmigo. Es increíble.

Él permanecía callado y lo único que hizo fue acercarse a mí hasta que nuestras frentes chocaron.

- Nunca debiste arrepentirte de besarme. -susurré- También soñé con eso mil veces.

Él sonrió justo antes de cumplir mi sueño una vez más, pero esta vez aquel beso fue lento, largo y a la vez intenso.