Malditos 90s · K.C.

Nineth yell

- Joder.

- ¡Aparta!

Los gritos de aquella mujer cada vez se oían más cerca hasta que ella llegó a donde estábamos todos seguida por Kurt.

- Vaya, no has venido porque estabas con esta gente, ¿verdad?

- Pírate Courtney. -dijo Dave.

- Courtney Love... -pensé en cuanto la vi.

- Nadie te ha preguntado. ¿Quiénes son esas dos?

- Nadie importante, nos íbamos ya. -musité a punto de llorar.

En aquel momento toda la impotencia que tuve guardada dentro durante tantos años me atizó con fuerza en la cara. Tenía a Courtney Love frente a mí gritándonos y yo era incapaz de formar dos frases seguidas. No podía ni quería mirar a la cara a aquella mujer.

- No os vais a ninguna parte. -dijo Kurt- Courtney, lo que no puedes hacer es venir a mi casa y entrar a gritos. ¿Qué te importa con quién estoy o dejo de estar? Anoche salimos de fiesta, se nos fue un poco de las manos y bebimos demasiado.

- Y no te acordaste de que habíamos quedado, ¿verdad?

- ¿A ti nunca se te ha olvidado algo?

- Sí, pero nunca se me olvidaría que haya quedado contigo. ¿Qué pasa? ¿Prefieres estar con esas zorras antes que conmigo?

- Courtney son sólo dos fans, nada más. No hagas un drama de eso y no vuelvas a insultarlas.

Estaba avergonzada. Me sentía culpable de todo lo que estaba pasando así que me limité a dejarme caer sobre el sofá notando los ojos de Kurt sobre mí.

- Mira, luego te llamo y hablamos, pero ahora por favor vete.

Kurt la acompañó a la puerta mientras ella seguía gritando cosas a las que preferí no prestar atención.

- Voy a darme una ducha, ¿vale? Ahora vuelvo. -dijo con un tono cansado en la voz.

Todos guardamos silencio hasta que escuchamos el sonido del agua caer.

- Tiene algo con ella, ¿verdad? -dije recordando que Kurt y Courtney se conocieron en el 91.

- Creemos que sí, aunque él no nos confirma nada. -respondió Krist.

Asentí lentamente.

- Alice, de verdad que creo que debemos irnos a casa.

- ¿No quieres esperar a decirle adiós a Kurt?

- Alice, por favor.

- Está bien.

Nos despedimos de los chicos abrazándoles y dándoles las gracias por habernos dejado pasar una noche tan increíble con ellos.

Quise con todas mis fuerzas sacar a Kurt de mi cabeza porque sabía que aquello iba a terminar mal, muy mal.