Como te lo explicó...

La chica en la fila.

Un suspiro escapo de sus labios al darse cuenta que la despensa estaba vacía, debió haberse dado cuenta antes, pero en su defensa había estado tan ocupado con el trabajo que apenas y había pisado pie en su casa, a veces seriamente pensaba en renunciar y mudarse a un lugar cerca de la playa donde pudiera trabajar en algo como rentar tablas de surf o algo por estilo, ¿el único problema? odiaba la playa y su madre de seguro le cortaría la cabeza y la pondría de decoración en el patio de su Papa de hacer eso así que... Creía que por el momento era mejor seguir con su trabajo por mas tedioso que pudiera ser. Por un segundo considero sus opciones y pensó en pedir algo a domicilio, pero ya llevaban muchos días así, no debía ser bueno para un niño de la edad de Dany comer tanta chatarra, nuevamente llego a su cabeza la figura de su madre que si se llegaba a enterar que tal comida servía de alimento diario en su casa, de seguro lo desheredaba o lo mataba, o ambas conociéndola bien.

— Papa, Papa — Escucho que le llamaban junto a unos pasitos señalando que su hijo se estaba acercando — ¿Que vamos a comer hoy? — pregunto con curiosidad el pequeño niño de rubios cabellos y ojos castaños como los suyos, lo único que saco de el, de otra forma habría sido una copia masculina de su ex-esposa y realmente se alegraba de eso, estaba seguro que de otra forma ver a su hijo idéntico a su ex después del divorcio no habría sido fácil.

— Ehmmm... Pues — Hizo una ligera mueca mientras pensaba, aun no era tarde, alcanzaban a ir al supermercado para volver y cocinar algo rápido antes de su hora de dormir, no era un maestro en la cocina pero podía hacer algunos platos decentes. — iremos a comprar al supermercado y ahí decidiremos ¿te parece? — Pregunto levantándolo del suelo, tomando lo en brazos notando que estaba ligeramente mas pesado que la ultima vez, y sip, probablemente seguir pidiendo comida a Domicilio no era su mejor idea, pero ya luego pensaría en una alternativa mas saludable, tal vez.

— ¡Siiiiii! — Grito con emoción el pequeño moviendo sus brazos para demostrar lo contento que estaba con sus palabras— ¿Podemos comprar galletas con chispas de chocolate? Por favoooooor — Rogó con un pequeño puchero que hizo sonreír al mayor, su hijo en definitiva era el mas adorable y sabia como conseguir lo que quería.

— Claro campeón, lo que quieras — Dijo revolviendo un poco su cabello con sus manos, para caminar a la salida tomando las llaves y su billetera.

Las galletas no habían sido el único pedido de su hijo y ahora su carrito estaba lleno de todo tipo de golosinas y otras cosas totalmente innecesarias que aunque intentaba devolver a los estantes cuando su pequeño no veía, siempre terminaban volviendo al carrito, lo que le hacia preguntarse si acaso tenia un oído biónico o ojos en la espalda. Luego de un monologo de su hijo de unos 10 minutos sobre la importancia de tener unos lentes de sol oscuros, finalmente llego a la cola de la caja, la cual para su suerte no era tan larga. Tan solo debía esperar, pagar e irse de vuelta a la comodidad de su casa, con suerte Dany se dormiría rápido luego de comer y finalmente por primera vez en toda la semana podría tener un buen descanso y dormir unas 8 horas de sueño ininterrumpido que sinceramente luego de estar toda la semana con un máximo de 4 horas de sueño por día sonaban a pura gloria. Para su mala suerte, su hijo parecia tenia otros planes para él.

— ¡Papa, Papa! — Grito con emoción tomándolo de la manga jalando lo con algo de fuerza haciendo que bajara su mirada para verle mejor y saber la causa de su emocion — ¡Ella sera mi novia! ¡Con ella me voy a casar! — Le hizo saber al mayor mientras seguía sacudiendo lo ganándose su curiosidad

— ¿con quien? — Le pregunto al no ver a ninguna niña que bordeara la edad de su hijo, tan solo veía gente adulta, ¿quizás la podría ver desde la altura de su hijo?

— ¡Con ella, Papa, con ella! — Señalo como si su vida le fuera en ello y esta vez la pudo ver. La "futura esposa" de su hijo, era una chica de no parecía tener mas de 20 años de cabello castaño a la altura de los hombros vestida con un lindo vestido azul que iba con un carrito, donde sentado dentro de este estaba un pequeño que no debía tener mas edad que su hijo.