Me la encontré en el parqué

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Para su sorpresa desde que había comenzado el verano y Lily iba a cuidar a Dany junto con Lucy la semana paso mas rápido de lo que esperaba y ahora se encontraba en su día libre, en el cual Dany por alguna razón fuera de su comprensión había insistido en ir al parque alegando que si no iba moriría, su hijo podía ser toda una reina del drama cuando se lo proponía y por eso le echaría todo la culpa al lado de la familia de su ex, a pesar de lo que sus amigos y familia dijeran.

— Dany ¿porque teníamos que venir a este Parque? — Pregunto algo cansada por haber tenido que cargar a su hijo por media ciudad. Su plan original era ir al parque que quedaba cerca de su casa, pero su hijo no, el quería ir al parque mas lejano lo que debía admitir algo de desconfianza ya que ni siquiera sabia que su hijo conocía de este parque ¿Quizás su Madre le trajo antes? Debería preguntarle cuando hablara por teléfono con ella.

— ¡Porque Shii! — Dijo mientras parecía buscar algo con la mirada por todo el parque, haciendo que enarcara una ceja, muy bien todo esto se estaba volviendo bastante sospechoso, pero ya que su hijo solo tenia cinco años no era como si tuviera algún plan maestro debajo de la manga así que lo dejo ser.

— Oye ¿Crees que ella sea la mama del niño? — Escucho a unos chicos hablar a su lado, no era de oír conversaciones ajenas pero... A quien engañaba, aquel era un placer culposo que todos tenían y el que lo negara era un gran mentiroso.

— No, se ve muy joven — Negó otra voz que suponía era de la persona a quien iba destinada la pregunta

— Tienes razón, esta muy buena para ser mama — Río el dueño de la voz que originalmente había llamado su atención y pronto los dos extraños estaban riendo mientras seguían haciendo comentarios sobre la persona a la que estaban mirando.

— ¡Lily! ¡Lucy! — Esta vez fue el grito de su hijo quien lo distrajo, para bajar la mirada y ver como el pequeño rubio soltaba su mano y corría a un arenero dejándolo atrás en el olvido para ir a donde estaban los antes nombrados, y si debía ser todo el honesto consigo estaba bastante seguro de que debió esto venir desde el momento en que su hijo menciono la palabra "morir" si es que no iba al parque.

— ¿Escuchaste? Parece que se llama Lily tiene un Lindo nombre — Volvió a oír la voz de antes y esta vez si se dio la vuelta para ver como un par de chicos miraban a la morena que ahora saludaba a su hijo pareciendo sorprendida pero recibiéndolo de manera cordial de todas formas.

Apretó la mandíbula un poco y camino en linea recta hasta donde estaban los niños en compañía de la morena quien pareció percatarse de su llegada levantando la mirada para verle mejor.

— Señor Salazar, que sorpresa — Lo saludo Lily mientras Lucy y Dany comenzaban una competencia a muerte por quien lograba edificar el castillo de arena mas grande pronto dejando a los adultos a un lado hasta que los necesitaran de nuevo probablemente.

— Dime Sebastián, me haces sentir como si tuviera sesenta cuando me llamas asi y no tenemos tanta diferencia de edad— Sonrió sentándose a su lado sin importarle que su ropa se ensuciara por la arena.

— Bien, Sebastián sera — Asintió con la cabeza de acuerdo — ¿Puedo preguntar que hacen aquí? No es que me moleste ni nada, pero este parque queda muy lejos de su casa - Comento pareciendo curiosa al respecto.

— Dany y yo quisimos salir a recorrer un poco la ciudad hoy — Mintió, no iba a admitir que su hijo lo había traído a base de engaños a este parque, después de todo eso no se vería muy bien y tenia una imagen de adulto confiable que mantener — ¿tu vives cerca de aquí? - Comento mirando alrededor notando que este parque estaba rodeado por varias casas bonitas que aunque no parecían muy lujosas si se veían un poco acomodadas.

— A un par de cuadras, creo que se lo comente a Dany cuando la traje hace unos días — Recordó, ahora que lo pensaba quizás también había mencionado que solían venir todos los fin de semanas para tomar algo de sol y salir de la casa.

— Ya veo — Dijo dándole una leve mirada a los chicos de antes, acercándose mas Lily cubriéndola un poco con su figura y ahora dándoles una mirada de muerte a los muchachos que se alejaron algo incómodos, haciendo que su pecho se inflara con algo de orgullo, no estaba del seguro porque eso se sintió tan bien pero no se iba a quejar al respecto. — Por cierto — comento viendo alrededor — ¿vinieron solos? - Sabia que durante la semana los Padres de Lily debían trabajar pero espero que estuvieran mas presente durante los fin de semanas, Dios sabia que el aprovechaba cada momento que tenia libre para pasarlo con su hijo a pesar de los dolores de cabeza que pudiera darle.

— Oh si, mi Mama esta en casa descansando, a sido una semana de locos para ella en el trabajo por lo que esta aprovechando para recuperar algo de sueño— Le explico con calma jugando con algo de arena que tenia entre sus manos como si contara algo de todos los días, una ocurrencia normal en su vida.

— Me gustaría conocerla, para darles las gracias, no todos los padres dejan que sus hijos vayan todos los días a la casa de un desconocido — Ahora que lo pensaba, jamas había visto a la Mama de Lily, ni siquiera en el jardín recordaba haberse encontrado con ella aunque tampoco era como si pusiera mucha atención a los otros padres para comenzar, es decir no sabia quien era Lily hasta que su hijo declaro en la forma mas clara posible que quería desposarla, cosa que guardaría en su caja mental de memorias vergonzosas que luego en un futuro lejano podía usar como anécdota para avergonzar a su hijo de vuelta, Sebastián no era mezquino pero si estaba esperando ese momento con algo de ilusión.

— Usted no es un desconocido, incluso antes de hablar con usted yo ya sabia varias cosas de usted — Admitió y luego río al darse cuenta de sus palabras y como podían mal interpretarse — Eso sonó menos acosador en mi cabeza - Comento en un intento de defenderse.

— Debo admitir que me siento honrado de ser acosado por ti — Le siguió el juego llevando una mano a su pecho para demostrar lo tocado que se sentía por sus palabras — Se que pudiste escoger a varias personas para acosar, por lo que me siento algo especial de ser el escogido — hizo su cabello hacia atrás con un aire de diva que logro hacer reír a la mas joven y que el sonriera por inercia al verla reír tan entretenida, por alguna razón cada vez que hacia a Lily reír de esta forma notaba un sentimiento de triunfo en su pecho y había que admitir como plus que Lily se veía muy hermosa sonriendo de esa forma.

— Lo siento, pero no lo acoso, aunque de querer volverme acosadora usted seria una de mi primera opción por supuesto — Le cerro un ojo divertida de forma cómplice — Pero yo hablaba de Dany, el siempre me contaba mucho de usted, del súper mega Papa que era y también de los pobres hábitos alimenticios que tenían — Dijo para sorpresa del mayor — Por eso me acerque a usted, es decir nadie con el titulo de Súper Mega Papa puede ser malo, por mas deficientes que sean sus hábitos alimenticios

— ¡Hey! Que no eran tan malos — Intento defenderse con una sonrisa que no planeaba abandonar su rostro al saber como su hijo se refería a él con otras personas, con solo eso podía perdonar cualquier pequeño acto levemente manipulador de su hijo.

— Si lo eran, mas de un par de veces pensé en llevarles comida — Negó con la cabeza

— ¿Es por eso que ayer dejaste comida hecha? - Interrogo elevando una ceja al recordar la lasaña en su horno que le esperaba en casa.

— No niego o afirmo nada — corrió la mirada evitando la suya y viendo a los pequeños que se acercaron a ellos.

— ¡Lily! ¡Lily! — La llamaron los pequeños — Tienes que decidir cual es el mejor - Hablaron de forma sincronizada y si Sebastián no supiera mejor pensaría que ambos eran hermanos o incluso mellizos por lo parecidos que eran y la forma en que actuaban, asumía que era un efecto secundario de pasar tanto tiempo juntos.

— ¡Si! ¡Si! Tu eres la... La... Juez — Recordó la palabra Lucy mientras ella era arrastrada por dos pares de bracitos a juzgar los castillo con los niños.

Por su parte Sebastián se dedico a mirarlos con una sonrisa boba en el rostro, sintiendo una extraña calidez en su pecho, al final del día seguir el capricho de su hijo resulto bastante bien para el. 

Como te lo explicó...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora