El pequeño Dany corría por la casa lleno de emoción, mientras su padre estaba sumido en una encrucijada bordeando la desesperación.
Si se preguntan a que se debe la situación, es por algo muy simple, hoy era el ultimo día de clases de Dany, por lo que a partir de esta tarde comenzaría dos largos meses de vacaciones en los cuales Sebastián no tenia ni la mas mínima idea de con quien dejar a su hijo mientras trabaja, ya que a diferencia de su hijo, el tan solo tenia dos semanas de vacaciones, el próximo mes... Ahora en su defensa de porque no planeo antes, cuando tenias un trabajo de tiempo completo y un hiperactivo hijo tan solo podías pensar en pasar el día a día y si nada terminaba quemándose al final del día era un gran logro para el.
Podría pedirle a su madre que lo cuidara un par de días, ah no esperen, ella se había ido de vacaciones junto con su Padre a un crucero por el caribe por su aniversario de boda numero cuarenta que por cierto el como buen hijo había ayudo a pagar lo cual era un gesto totalmente desinteresado y por supuesto nada tenia que ver con el hecho de que los últimos meses antes de su viaje su Madre insistía en presentarle a varias amigas y a sus hijas que por "casualidad" estaban en la ciudad, no claro que no, aunque no negaría que evitar esos incomodos encuentros si era un feliz plus. También estaba su ex-esposa, no, esa opción era menos viable, ya que ella seguía en su viaje de "auto descubrimiento" la ultima vez que tuvo noticias de ella, andaba en la India y para ser del todo honestos incluso si estuviera dentro del país Sebastián sentía que debía estar realmente desesperado para dejar a su ex con su hijo sin supervisión, Lisa no era mala ni nada por el estilo, tan solo nunca fue del todo muy responsable. Tanto él como su ex-esposa eran hijos únicos, y todos sus amigos y conocidos estaban igual de ocupados que él... ¿Que mierda iba a hacer? Realmente necesitaba comenzar a planificar mas a futuro.
- ¡Papa! ¡Papa! ¡Se hará tarde! - Lo jalo su hijo del pantalón trayéndolo de vuelta a la realidad demandando su atención, y debía admitir que se alegraba de que al menos uno de los supiera como mantener horarios.
- Oh si, por supuesto campeón. - Asintió y tomo su mano para salir de la casa, todavía tenia un par de horas para ver que hacer y nunca era demasiado tarde como para esperar por un milagro, para este punto estaba totalmente dispuesto a comenzar a ir una iglesia todos los domingos si eso significaba encontrar una solución a su problema, incluso si eso significaba renunciar a sus preciadas horas de sueño extra de los domingos.
Al llegar al jardín lo primero que le llamo la atención fue la cantidad de autos en el estacionamiento siendo que nunca estaba muy lleno ya que por lo general la mayoría de los padres se iban en cuanto dejaban a sus hijos y al bajarse del auto que habían mas padres que de costumbre y alzo la ceja viendo a su hijo con algo de cautela.
- Dany - Llamo a su hijo suavemente y el pequeño levanto la mirada - ¿Hay algo que debería saber? -Pregunto realmente decidiendo comenzar a ser organizado con sus cosas desde ahora ¿De nuevo olvido un evento de la escuela?
- Oh ¡cierto! - Dijo el pequeño pareciendo recordar algo - hoy hay un... ¡Compartir! ¡Comeremos dulces! - Exclamo con emoción brillando en sus ojos de seguro por la promesa de postres, su hijo después de todo tenia un diente dulce por lo cual incluso hubo un tiempo en que intento aprender a cocinar postres, pero luego de quemar una perfectamente buena olla y dejar la cocina embarrada de harina decidió dejar el asunto por la paz.
- ¿tenias que traer algo? - Pregunto apunto de darse la media vuelta e ir a la tienda mas cercana realmente deseando que nadie lo hubiera visto llegar aun ya que no quería ser ese padre con las manos vacías, de nuevo...
- Ño, dijeron que yo no - Negó con la cabeza y Sebastián pudo sentir una ola de alivio recorrer su cuerpo, bien nadie tenia porque saber el desastre de ser humano que era, podía ser fingiendo ser un adulto responsable y funcional por algún tiempo mas.
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Como te lo explicó...
Kısa Hikaye- ¡Papa, Papa! - Grito un pequeño de tan solo cuatro años tomando la mano de su padre, jalando lo de la muñeca - ¡Ella sera mi novia! ¡Con ella me voy a casar! - Le hizo saber al mayor que se dio la vuelta buscando con la mirada a alguna niña de la...