Maybe I'm addicted to him {Niam Hot}

Capítulo 11

   No me acuerdo cómo pasó, pero nos encontrábamos ambos desnudos sobre la cama. Repartía pequeños besos sobre todo su cuerpo y fui bajando con sutileza.

    Pero, cuando Liam vió mis intenciones, se separó. Me quedé extrañado. ¿No era esto lo que quería? ¿Por qué se alejaba ahora?

    —Liam, ¿qué pasa? Yo...

    —No pasa nada Niall —me sonrió tiernamente— es sólo que antes de hacer nada... Me gustaría contarte por qué comprendí que me había enamorado de ti.

    La situación se tornó más extraña si cabe. Pasó de sexo a sentimental en pocos segundos ¿Era acaso éste el mejor momento para hablar de eso? No me quejé, sin embargo, y le dejé explicarse. Era un tema que rundaba por mi cabeza desde hacía ya tiempo, desde el día que volvió tras su desaparición.

    —Yo... Estaba de fiesta en un lugar un tanto lúgubre. Conocí a una chica encantadora, ya no me acuerdo de cómo se llamaba, pero sí me acuerdo de sus ojos rasgados y su pelo rubio ceniza. Era una mujer bastante bella y... Me disponía a... Bueno, ya sabes. No hacía más de dos meses que me había ido de Londres. Y... bueno, durante... “el acto" ocurrió algo curioso. Le puse tu cara a la chica. No sé por qué, pero no me la pude imaginar con su cara real. Veía a un muchacho rubio de ojos claros gemir debajo de mí. Y tuve un orgasmo bastante bueno.

  »Luego estuve un poco pensativo, y la chica me preguntó qué pasaba. Le conté que le puse la cara de un amigo al que “dejé tirado hace dos meses" y ella, en vez de enojarse y romperlo todo como todas hacían, fue comprensiva y me dijo que quizás estuviese enamorado de ti.

   »Me reí con sarcasmo. ¿Cómo iba a gustarme un chico? Luego anduve por todo Reino Unido, y a cada chica le volvía a poner tu bonita cara.

   »Y me di cuenta. No sólo te echaba de menos a ti, como amigo. También echaba de menos tus abrazos, tus ojos azules y tu sonrisa. Y sobre todo, echaba de menos ese beso que me distes, justo antes de que huyera como un cobarde.

    La sangre se me acumuló en las mejillas y se me cristalizaron los ojos. Así que fue por eso. Liam no había dejado de pensar en mí desde aquella fatídica y milagrosa noche, y así comprendió que me amaba. Liam continuó diciendo:

    —Ahora puedo decir orgulloso, que estoy enamorado de ti, mi pequeño duende. Eres la persona más importante en mi vida, y no la soportaría sin compartirla contigo. Y ahora que sabes hasta qué punto soy tuyo... —separó las piernas lentamente— ¿quieres hacer el favor de acabar con lo que habías empezado?