II

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Narrada por MangelRogel (Miguel)

Rubén y yo aún no hablábamos sobre nuestra relación, de vez en cuando nos reuníamos con Alex en su casa para hacer algún video pero inmediatamente después de cortar yo alegaba la retirada con algún pretexto, el hecho de que Cheeto me llamara casi cada 20 minutos cuando sabía que estaría con Rubén era bastante de ayuda.

Estaba jadeando de camino al departamento, llevaba una semana yendo a correr yo solo, consideré que ya me veía lo bastante ancho como para comenzar a hacer ejercicio de nuevo, que no es un secreto que tengo problemas con el peso pero si es un terrible dolor de huevos que me lo estén recordando cada vez que abro una red social.

I know exactly what I want and who I want to be

I know exactly why I walk and talk like a machine

I’m now becoming my old self fulfilled prophecy

Oh! Oh, no! Oh, no!....”

Me detuve en seco al escuchar eso en mis audífonos, la canción siguió y tras un par de segundos seguí corriendo mientras pensaba qué tan seguro estaba yo de saber quien era, lo que quería, lo que quería ser ahora… ¡una mierda! ¡que Rubén era mi mundo hasta hace poco! Si me hubiera dicho que saltara yo saltaba, si me hubiera dicho que riera, me reía, si me hubiera dicho que me suicidara y así lo haría feliz...bueno eso no, pero entienden el punto. Y ahora que ya no lo tenía debía plantearme toda mi vida y todo el futuro una vez más, sentía que la vida me había robado tres años en los que había estado con Rubén, y a saber por la madre desde cuando me engañaba, había poco que decir con respecto a eso, era Rubén y con gusto se los regalaría otra vez si volviera a aparecer el niño roto que conocí en los foros y no el cabrón que aparecía en youtube con una sonrisa mientras mantenía a su novio en el closet junto con su amante.

Ni hablar…

Llegué a casa con una sonrisa en la cara pensando en ese Rubén de antes y con un millón de ideas en la cabeza, las cosas que hasta ahora no había hecho y que estaba guardando para un futuro. Cheeto me miró, su sonrisa se ensanchó mientras me pasaba un plato con ensalada y un vaso de jugo de naranja, él estaba apoyando mi dieta… uno no puede pedir cosas mejores que lo que hay en la mayoría de las ocasiones pero con Cheeto… con mis amigos, incluso con Rubén, yo me había sacado la lotería y ese día lo veía terriblemente claro.

- ¡vamos de vacaciones! - exclamé emocionado, su mueca se desencajó pero igual se encogió de hombros
- Lo que quieras, Mahe… - dijo y me senté a desayunar con él mientras le hablaba de tonterías y de los millones de planes que tenía en la cabeza, él parecía incrédulo, se reía de mí y mis tonterías, me encantaba verlo feliz y en sus ojos veía que a él también le gustaba verme así.

Horas más tarde había terminado de empacar todo y hacíamos una parada técnica en casa de Alex para dejarle al gato.

- ¡Coño...que odio a los gatos! - exclamó mientras nos miraba en la puerta
- Vale, para de quejarte, macho...lleva al gato con Rubius, al menos eso podrá hacer - dijo Cheeto de malas
- ¿y porque no lo llevan ustedes? - preguntó y yo me reí, era tonto el chaval, o nosotros muy buenos actuando, nadie más que Cheeto sabía que lo nuestro había terminado
- Digamos que no estamos en muy buenos términos él y yo - comenté y él pareció ponerse pálido
- Vale… espero que lo arreglen, yo llevo al gato - comentó y yo le resté importancia, muy emocionado como para pensar en Alex y su súbita palidez, Cheeto no pareció pensar lo mismo
- Tu y yo vamos a hablar enano, nadie puede saber más de Miguel que yo - le dijo a Alex, yo les resté importancia y me fuí al auto
- Acabo de escucharte amenazar a Alex ¿cierto? - le pregunté mientras me ponía el cinturón de seguridad
- No me molestes, Miguel, que nos volvemos para casa… - gruñó y yo le hice pucheros, él se rió, pellizcó mi mejilla y arrancó el auto

Fue uno de los mejores fines de semana en la historia de los fines de semana, a veces me pregunto si la fortuna está siempre conmigo

Detestable || CheetangelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora